La anaplasmosis es una enfermedad infecciosa emergente en Europa causada por la bacteria Anaplasma phagocytophilum, transmitida por garrapatas del género Ixodes.
Aunque durante años fue subdiagnosticada, hoy se reconoce como una causa frecuente de fiebre y claudicación en perros, especialmente en zonas con alta prevalencia de garrapatas.
Su cuadro clínico, a menudo inespecífico, puede confundirse fácilmente con otras enfermedades vectoriales, como la ehrlichiosis.
Qué es y cómo se transmite
Anaplasma phagocytophilum es una rickettsia intracelular obligada que infecta neutrófilos. La transmisión ocurre principalmente tras la picadura de garrapatas, siendo Ixodes ricinus el principal vector en Europa.
La transmisión no es inmediata: se estima que la garrapata necesita al menos 24–48 horas adherida al hospedador para transmitir la bacteria, lo que refuerza la importancia del control antiparasitario frecuente y eficaz.
Cuadro clínico típico
La sintomatología suele aparecer entre 7 y 14 días tras la picadura, aunque puede variar. Algunos perros cursan de forma subclínica, mientras que otros desarrollan un cuadro agudo con signos sistémicos:
- Fiebre persistente
- Letargia, anorexia
- Cojera intermitente (mono o poliarticular)
- Rigidez muscular, dolor generalizado
- Linfadenomegalia
- Trombocitopenia (frecuente en hemograma)
- Rara vez: vómitos, diarrea, hemorragias o signos neurológicos
En consulta, muchos tutores lo describen como “el perro va a menos”, “está apagado y le cuesta moverse” o “cojea sin haber tenido ningún golpe”.
Diagnóstico clínico y de laboratorio
El protocolo a seguir para hacer un diagnóstico preciso de anaplasmosis en perros consiste en:
Evaluación inicial
- Historia clínica: viaje reciente o vida en zona endémica, exposición a garrapatas, signos articulares o fiebre.
- Exploración física: cojera migratoria, dolor a la manipulación articular, febrícula.
Pruebas complementarias recomendadas
- Hemograma: trombocitopenia leve a moderada (muy frecuente), leucopenia o neutrofilia.
- Bioquímica: puede haber hipoalbuminemia, aumento leve de ALT y fosfatasa alcalina.
- PCR específica para Anaplasma phagocytophilum: altamente sensible y específica en fase aguda.
- Serología (ELISA o IFA): puede haber falsos negativos en fases tempranas y no distingue infección activa de exposición previa.
- Diagnóstico diferencial: descartar ehrlichiosis, borreliosis y leishmaniosis si la clínica es compatible.
Manejo clínico y tratamiento
El tratamiento de elección es doxiciclina, que además actúa frente a otras enfermedades vectoriales, facilitando el abordaje empírico en zonas endémicas.
Protocolo terapéutico
Fármaco | Dosis en perros | Vía | Duración | Comentario clínico |
Doxiciclina | 10 mg/kg cada 24 h o 5 mg/kg cada 12 h | VO | 14–28 días | Fármaco de elección |
Carprofeno | 2–4 mg/kg cada 24 h | VO | Según dolor | Control del dolor articular |
Omeprazol | 1 mg/kg cada 24 h | VO | Durante tratamiento | Protección gástrica |
Importante: en perros con vómitos o anorexia, se puede optar por antieméticos (maropitant) o doxiciclina IV si está disponible.
Casos graves
En casos con anemia, trombocitopenia severa o signos hemorrágicos, puede ser necesaria hospitalización, soporte con fluidoterapia IV, monitorización constante y transfusión si procede.
Coinfecciones y errores comunes
En áreas con alta densidad de vectores, no es raro encontrar coinfección con Ehrlichia canis, Borrelia burgdorferi o incluso Babesia spp.. En estos casos, la clínica puede ser más severa y el diagnóstico más complejo.
Error frecuente: tratar sin confirmar. Aunque el tratamiento empírico con doxiciclina suele ser eficaz, es preferible confirmar el diagnóstico, especialmente si el animal no mejora en 48–72 h.
Prevención: clave en zonas endémicas
- Uso regular de antiparasitarios externos (pipetas, collares, comprimidos).
- Revisión diaria del pelaje en zonas de riesgo.
- Educación al tutor sobre garrapatas y enfermedades transmitidas.
- Vigilancia serológica en perros con historial de exposición.
Tabla resumen
Característica | Detalle clínico |
Agente causal | Anaplasma phagocytophilum |
Vector | Ixodes ricinus |
Periodo de incubación | 7–14 días |
Síntomas frecuentes | Fiebre, letargia, cojera, dolor generalizado |
Diagnóstico de elección | PCR + hemograma + bioquímica |
Tratamiento principal | Doxiciclina VO durante 14–28 días |
Pronóstico | Bueno en casos tratados a tiempo |
Coinfecciones comunes | Ehrlichia, Borrelia, Babesia |
Prevención | Control antiparasitario y retirada precoz de garrapatas |
Conclusión
La anaplasmosis canina es una enfermedad vectorial emergente que debe formar parte del diagnóstico diferencial en perros con fiebre y claudicación sin causa traumática.
Su diagnóstico precoz y tratamiento adecuado permiten una recuperación completa en la mayoría de los casos.
En zonas endémicas, la prevención y la educación al tutor son tan importantes como el tratamiento clínico.
Referencias
- Shaw, S. E., et al. (2001). Review of Anaplasma phagocytophilum infection in dogs. Veterinary Record, 149(14), 411–415.
- Sainz, Á., et al. (2015). Vector-borne diseases in dogs in Europe. Veterinary Parasitology, 212(1–2), 86–97.
- Pantchev, N. (2020). Diagnóstico y tratamiento de anaplasmosis en pequeños animales. Veterinary Focus, 30(3), 12–20.
- ESCCAP España (2023). Guías para el control de enfermedades vectoriales en pequeños animales.
- Breitschwerdt, E. B., & Hegarty, B. C. (2005). Infectious Diseases of the Dog and Cat (3rd ed.). Saunders.