Los cambios de comportamiento en gatos suelen ser una señal importante de que algo no está bien, ya sea en su salud física o emocional. Detectar y comprender estas modificaciones es completamente necesario para mantener el bienestar del animal.
En este artículo, explicaremos las causas más comunes, los signos a observar y las recomendaciones para ayudar a los responsables de gatos a enfrentar estos desafíos de manera adecuada. ¡Vamos a ello!
Principales causas de los cambios en el comportamiento en gatos
Aunque las causas de los cambios de comportamiento pueden ser múltiples, las más habituales incluyen:
- Dolor o malestar físico
- Muchos gatos muestran cambios de comportamiento cuando experimentan dolor físico debido a condiciones como artritis, problemas dentales o enfermedades crónicas. El dolor puede llevarlos a evitar el contacto, a mostrarse más irritables o a volverse inusualmente agresivos.
- Estrés y cambios en el entorno
- Los gatos son animales muy sensibles a los cambios en su entorno. La llegada de nuevos integrantes a la familia, mudanzas, o incluso la reubicación de sus objetos personales pueden causarles gran estrés, manifestándose en comportamientos como esconderse, disminuir su actividad o vocalizar en exceso.
- Enfermedades neurológicas o hormonales
- Algunas enfermedades hormonales, como el hipertiroidismo, o problemas neurológicos, pueden influir directamente en el comportamiento del gato, haciéndolo más activo, ansioso o incluso agresivo.
- Problemas de socialización o experiencias traumáticas
- Los gatos que no han sido socializados adecuadamente, o que han tenido experiencias traumáticas (como abandonos o maltrato), pueden mostrar comportamientos defensivos o ansiosos. Estos gatos necesitan apoyo adicional para adaptarse a la vida en un hogar seguro y estable.
Signos comunes de cambios en el comportamiento de los gatos
Los gatos son expertos en ocultar cuando se sienten mal, por eso muchas veces los cambios de comportamiento pueden llegar a ser bastante sutiles. Entre algunos cambios habituales tenemos:
- Aislamiento o aumento de la agresividad
- Si un gato que solía ser sociable comienza a evitar el contacto con personas o animales, o muestra signos de agresividad al interactuar, podría estar indicando un problema físico o emocional.
- Alteraciones en la alimentación o la higiene
- Los gatos que dejan de alimentarse o que cambian drásticamente sus patrones de comida suelen estar experimentando un problema de salud. Del mismo modo, la falta de aseo en un gato previamente limpio puede indicar estrés, ansiedad o malestar físico.
- Vocalización excesiva
- Un incremento en la vocalización puede ser un signo de estrés, ansiedad o problemas de salud, como dolor o alteraciones hormonales. Es importante diferenciar esta vocalización de la que podría ser propia del comportamiento normal de la raza.
- Problemas en la eliminación
- Los cambios en los hábitos de eliminación, como orinar o defecar fuera de la caja de arena, pueden deberse tanto a problemas físicos (como infecciones urinarias) como a estrés. Los gatos son muy sensibles a la limpieza de su caja, por lo que problemas en este aspecto pueden también derivarse de una caja inadecuada o insuficientemente limpia.
Estrategias para abordar los cambios de comportamiento
Si se observan algunos de los signos anteriores, algunas estrategias que se pueden llevar a cabo, dependiendo del caso incluyen:
- Evaluación veterinaria completa
- Es fundamental realizar una revisión veterinaria completa para descartar problemas de salud que puedan estar detrás de los cambios de comportamiento. Se pueden recomendar pruebas específicas, como análisis de sangre o imágenes, para identificar posibles causas físicas.
- Ambiente enriquecido y seguro
- Los gatos necesitan un entorno enriquecido que les proporcione estímulos físicos y mentales. Juguetes, áreas para trepar y rascadores ayudan a reducir el aburrimiento y el estrés. Además, crear zonas donde el gato pueda esconderse o descansar sin ser molestado puede mejorar su bienestar emocional.
- Consulta con un etólogo o experto en comportamiento felino
- Un profesional en comportamiento animal, como un etólogo especializado en gatos o un educador felino, puede ayudar a desarrollar estrategias específicas para abordar problemas de comportamiento. Estos profesionales pueden observar el entorno y comportamiento del gato, y crear un plan personalizado que incluya modificaciones del ambiente, técnicas de manejo, e incluso, si es necesario, el uso de feromonas o tratamientos específicos.
- Apoyo emocional y paciencia
- Para que el gato vuelva a su comportamiento habitual, es importante que el tutor sea paciente y respete sus tiempos y su espacio. Evitar situaciones estresantes adicionales, proporcionarle rutinas diarias y darle el tiempo necesario para adaptarse a cambios en el hogar son aspectos claves.
Conclusión
Los cambios en el comportamiento de un gato no deben ser ignorados, ya que pueden ser indicativos de problemas físicos o emocionales. Una intervención temprana, que incluya una evaluación veterinaria y un entorno enriquecido, es clave para garantizar su bienestar.
En estos casos, el trabajo en equipo es fundamental, de la mano de la familia del gato, el veterinario, el etólogo y el educador felino, para mejorar la calidad de vida del animal y lograr una convivencia saludable y armoniosa.
Fuentes
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