Los pacientes politraumatizados en urgencias veterinarias llegan inestables, con múltiples lesiones, riesgo vital y escasos minutos para tomar decisiones críticas. Tener un protocolo claro y saber aplicarlo con rapidez puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
¿Qué se considera un politraumatismo en veterinaria?
Un animal politraumatizado es aquel que presenta dos o más lesiones traumáticas que afectan de forma simultánea a diferentes sistemas orgánicos (musculoesquelético, respiratorio, neurológico, etc.), generando un compromiso clínico global.
Los casos más frecuentes en clínica son:
- Perros atropellados.
- Caídas desde gran altura (síndrome del gato paracaidista).
- Mordeduras múltiples en peleas.
- Accidentes domésticos con traumatismo craneal o torácico.
Primeros pasos: seguridad y priorización
Antes de actuar, asegúrate de que el entorno es seguro para el equipo. Luego, establece prioridades: la vida primero, el diagnóstico después.
Una estrategia útil es aplicar el enfoque ABCDE, adaptado a medicina veterinaria:
A. Vía aérea y control cervical
Lo primero es asegurar una vía aérea permeable. En pacientes con alteración del nivel de consciencia, trauma craneal o facial, se recomienda:
- Extender el cuello con precaución.
- Revisar obstrucciones (sangre, vómito, cuerpos extraños).
- Intubar si hay compromiso respiratorio o depresión del reflejo deglutorio.
- Estabilizar la columna cervical si hay trauma craneoencefálico o sospecha de lesión medular.
B. Respiración y ventilación
Valorar la función pulmonar es esencial. Las lesiones torácicas son frecuentes y a menudo pasan desapercibidas.
Signos de alerta:
- Taquipnea, disnea, esfuerzo abdominal.
- Ruidos pulmonares disminuidos.
- Cianosis o hipoperfusión.
Actuación inmediata:
- Oximetría si está disponible.
- Punción torácica si hay neumotórax o hemotórax (tórax silente).
- Oxigenoterapia (mascarilla, jaula o cánula nasal).
Consejo: si sospechas neumotórax por traumatismo cerrado, no dudes en descomprimir. Mejor intervenir de más que llegar tarde.
C. Circulación y control de hemorragias
Evaluar perfusión tisular es prioritario. El shock hipovolémico por hemorragia interna o externa es la causa más común de muerte precoz.
Revisar:
- Tiempo de llenado capilar.
- Frecuencia y calidad del pulso.
- Color de mucosas.
- Presión arterial si está disponible.
Actuar:
- Colocar catéteres venosos de gran calibre (2 si es posible).
- Iniciar fluidoterapia con cristaloides isotónicos: Ringer lactato o solución salina 20 ml/kg en bolo (evaluar respuesta).
- Aplicar vendajes compresivos en hemorragias externas.
- Valorar uso de transfusión si hay signos de hemorragia grave (hematocrito < 25%, proteinemia < 4 g/dl, colapso circulatorio).
D. Estado neurológico
Valorar el nivel de consciencia y signos de lesión neurológica central o periférica.
Clasificación básica:
- A1: alerta, responde al entorno.
- A2: deprimido, responde al estímulo verbal.
- A3: inconsciente, responde solo a dolor.
- A4: coma.
Evaluar pupilas, reflejos oculares y postura. Si hay signos de hipertensión intracraneal (anisocoria, pupilas fijas, postura en decorticación), iniciar medidas de reducción de presión:
- Elevación de cabeza 30°.
- Manitol 0,5–1 g/kg IV lento o bolos de salino hipertónico.
- Evitar hipercapnia.
E. Evaluación global y exposición
Una vez asegurada la estabilidad básica, toca explorar todo el cuerpo:
- Revisar de forma sistemática: cabeza, tórax, abdomen, extremidades, columna.
- Buscar heridas ocultas, crepitaciones, dolor localizado.
- Controlar la temperatura corporal: los politraumatizados suelen llegar hipotérmicos.
En este punto también debe realizarse:
- Analítica urgente (hematocrito, lactato, glucosa, ácido-base).
- Radiografía torácica y abdominal.
- POCUS abdominal o FAST si hay sospecha de hemorragia interna.
Lesiones más frecuentes según localización
Región | Lesiones frecuentes |
Cabeza/cuello | TCE, fractura mandibular, proptosis ocular |
Tórax | Neumotórax, hemotórax, contusión pulmonar |
Abdomen | Ruptura esplénica o vesical, hemoperitoneo |
Extremidades | Fracturas abiertas o cerradas, luxaciones |
Columna | Fracturas vertebrales, síndrome de Schiff-Sherrington |
Manejo del dolor en el paciente politraumatizado
Controlar el dolor es una prioridad ética y médica. La analgesia precoz no solo mejora el confort, sino que también estabiliza la respuesta autonómica y reduce el shock.
Opciones analgésicas iniciales:
- Metadona 0,2–0,5 mg/kg IV.
- Buprenorfina 0,01–0,02 mg/kg IV o IM.
- Dexmedetomidina (en pacientes estables hemodinámicamente).
- Lidocaína IV continua (solo en perros).
Evitar AINEs hasta descartar lesiones renales o hipoperfusión sostenida.
Tabla resumen: protocolo inicial ante politraumatismo
Paso | Acción clínica |
A | Revisar vía aérea, intubación si es necesario |
B | Oximetría, valorar neumotórax, oxigenoterapia |
C | Perfusión, fluidos, vendajes, valorar transfusión |
D | Nivel de consciencia, pupilas, reflejos |
E | Exploración completa, control térmico, pruebas básicas |
Cuándo derivar y cuándo operar
La mayoría de pacientes politraumatizados pueden estabilizarse en clínica general si se aplican los principios anteriores. Sin embargo, hay situaciones que exigen derivación urgente o cirugía inmediata:
- Hemorragia intraabdominal con colapso persistente.
- Neumotórax que no responde a punción simple.
- Fracturas vertebrales con signos neurológicos progresivos.
- Abdomen agudo o signos de peritonitis.
Recordad: estabilizar siempre antes de anestesiar. La cirugía no debe precipitarse si el paciente no está en condiciones mínimas de seguridad.
Conclusión
Abordar un paciente politraumatizado requiere rapidez, método y claridad mental. Aplicar un protocolo ABCDE, asegurar la estabilización hemodinámica, controlar el dolor y actuar de forma sistemática nos permite reducir complicaciones y mejorar el pronóstico.
La práctica, el entrenamiento del equipo y la preparación previa son claves para tomar decisiones efectivas cuando cada segundo cuenta.
Referencias
- Hall, K. E., & Shofer, F. S. (2020). Emergency Management of Trauma in Dogs and Cats. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 50(2), 217–234.
- Plunkett, S. J., & McMichael, M. (2018). Emergency Procedures for the Small Animal Veterinarian (3.ª ed.). Elsevier.
- King, L. G. (2021). Textbook of Small Animal Emergency Medicine. Wiley-Blackwell.
- Drobatz, K. J. (2023). Initial Stabilization of the Trauma Patient. In: Kirk’s Current Veterinary Therapy XV. Elsevier.