El linfoma es una de las neoplasias más frecuentes en la especie felina y representa un reto diagnóstico debido a su presentación variable, sintomatología inespecífica y frecuente solapamiento con enfermedades inflamatorias crónicas. Detectarlo a tiempo mejora el pronóstico y permite instaurar un tratamiento más eficaz.
Así que, vamos a ver en detalle cómo sospechar un linfoma en fases tempranas, qué herramientas diagnósticas utilizar en primera línea y cuándo recurrir a técnicas más invasivas como biopsia o inmunofenotipado.
Qué es el linfoma felino y cómo se clasifica
El linfoma es una neoplasia maligna originada en los linfocitos, que puede desarrollarse en cualquier órgano con tejido linfoide. En gatos, puede presentarse como una masa localizada o una enfermedad multicéntrica con afectación sistémica.
Formas anatómicas más frecuentes
Tipo de linfoma | Localización habitual | Características |
Linfoma digestivo | Intestino delgado, estómago, mesenterio | Más común en adultos mayores |
Mediastínico | Timo, nódulos linfáticos torácicos | Frecuente en jóvenes FeLV+ |
Nasal | Cavidad nasal, senos | Curso más localizado y mejor pronóstico |
Renal | Riñones bilateralmente agrandados | Asociado a linfoma del SNC |
Multicéntrico | Varios órganos y ganglios | Menos frecuente que en perros |
Claves para sospechar linfoma en gatos en fases iniciales
A menudo los gatos con linfoma no presentan signos evidentes. Muchos casos comienzan con síntomas vagos, por eso es fundamental estar atentos a pequeñas señales.
Signos de alerta clínica
- Pérdida de peso progresiva, aunque el apetito sea normal
- Vómitos o diarrea crónicos sin respuesta a dieta o tratamiento
- Masa palpable en abdomen o aumento del peristaltismo intestinal
- Disnea sin causa evidente en gatos jóvenes (mediastínico)
- Epistaxis o estornudos crónicos unilaterales (forma nasal)
- Aumento de tamaño renal bilateral sin alteración urinaria marcada
- Depresión intermitente o letargia sin hallazgos en analítica
⚠ Cualquier gato con sintomatología digestiva crónica no explicada debería ser sospechoso de linfoma intestinal, sobre todo si tiene más de 6 años.
Papel del FeLV en el linfoma felino
Aunque la prevalencia del virus de la leucemia felina (FeLV) ha disminuido con la vacunación, sigue siendo un factor predisponente clave.
- El linfoma mediastínico juvenil tiene fuerte asociación con FeLV
- El linfoma multicéntrico también puede aparecer en positivos
- Un test FeLV/FIV debe formar parte del estudio inicial de todo gato con sospecha de linfoma
Herramientas diagnósticas de primera línea
Ante un gato con signos compatibles, estas son las pruebas básicas que deberíais considerar:
1. Analítica sanguínea completa
Parámetro | Posible alteración en linfoma |
Hemograma | Anemia leve, linfocitosis atípica |
Bioquímica | Hipoalbuminemia, azotemia (renal) |
Proteínas totales | Hiperproteinemia por hiperglobulinemia |
ALT/ALP | Elevadas si hay infiltración hepática |
2. Radiografía y ecografía abdominal
- Permiten detectar adenomegalias mesentéricas, masas digestivas o aumento renal
- La ecografía es muy útil para distinguir entre linfoma de bajo y alto grado en el tracto GI (engrosamiento difuso vs masas focales)
3. Citología con aguja fina
- Indicada si hay masas accesibles (intestino, ganglios, riñones)
- Suele ser suficiente para confirmar linfoma de alto grado
- Menos fiable en formas de bajo grado → se recomienda biopsia
4. Biopsia quirúrgica o endoscópica
- Es el gold standard para linfoma de bajo grado
- Permite evaluar arquitectura tisular e inmunofenotipo (T vs B)
- Útil también para descartar enteropatías inflamatorias severas
Tabla resumen: pasos para el diagnóstico inicial del linfoma felino
Paso diagnóstico | Acción recomendada |
Sospecha clínica | Anamnesis, examen físico completo |
Pruebas básicas | Hemograma, bioquímica, FeLV/FIV |
Imagen torácica/abdominal | Radiografía + ecografía |
Punción con aguja fina | Si hay masas o ganglios accesibles |
Biopsia e histopatología | En formas digestivas o citología dudosa |
¿Cuándo pedir inmunofenotipado?
Identificar si el linfoma es de células T o B tiene implicaciones pronósticas. Generalmente:
- Células B: curso más agresivo, pero mejor respuesta a quimioterapia
- Células T: especialmente en digestivo, curso más indolente
Se puede realizar por inmunohistoquímica o PCR para reordenamiento del receptor T/B (PARR).
Conclusión
Detectar un linfoma felino en fases tempranas es un ejercicio de sospecha clínica. La presentación inicial puede ser sutil, pero hay signos clave que, bien interpretados, pueden acelerar el diagnóstico y mejorar el pronóstico del paciente.
Con una buena anamnesis, pruebas básicas y herramientas como ecografía o citología, es posible enfocar el caso de forma eficaz desde la primera consulta. Y en casos digestivos o dudosos, la biopsia sigue siendo la mejor aliada diagnóstica.
Referencias
- Moore, A. S. (2013). Lymphoma in cats: classification and diagnosis. Veterinary Clinics: Small Animal Practice, 43(4), 677–695.
- Valli, V. E. O., et al. (2016). Hematopoietic Tumors of Domestic Animals. Classification and Standardization, American Registry of Pathology.
- Rassnick, K. M. (2017). Lymphoma in cats: clinical presentation and diagnosis. Veterinary Medicine Research and Reports, 8, 59–66.
- Beatty, J. A., & Tasker, S. (2020). Feline leukaemia virus and lymphoma. Journal of Feline Medicine and Surgery, 22(12), 1021–1030.