Inducir el vómito en perros es una maniobra de urgencia que puede ser clave para limitar la absorción de sustancias tóxicas o cuerpos extraños ingeridos recientemente. Sin embargo, no siempre está indicada y puede resultar contraproducente en ciertos escenarios clínicos.
La decisión de inducir la emesis debe basarse en criterios clínicos rigurosos, tiempo transcurrido desde la ingesta, tipo de sustancia ingerida y estado neurológico del paciente.
Vamos a ver de forma técnica y actualizada las indicaciones, contraindicaciones y protocolos farmacológicos para provocar el vómito en perros en un contexto clínico veterinario.
Indicaciones clínicas para inducir el vómito en perros
La emesis puede ser beneficiosa cuando el objetivo es eliminar del estómago sustancias potencialmente tóxicas antes de que se absorban.
Situaciones en las que está indicada la emesis
- Ingesta reciente de tóxicos no corrosivos ni espumantes (menos de 2 horas).
- Ingesta de alimentos en mal estado, medicamentos o cuerpos extraños no afilados.
- El paciente está consciente, sin signos neurológicos y con reflejo nauseoso presente.
Ejemplos comunes de tóxicos que justifican emesis:
- Paracetamol, ibuprofeno, chocolate, uvas/pasas, cebolla, xilitol.
- Fármacos humanos (antidepresivos, benzodiacepinas, antiinflamatorios).
- Rodenticidas anticoagulantes si la ingestión es reciente.
Contraindicaciones absolutas para provocar el vómito
Inducir emesis en un contexto inapropiado puede empeorar el cuadro clínico o provocar complicaciones graves como aspiración pulmonar o quemaduras esofágicas.
Situación clínica | Motivo de contraindicación |
Ingesta de cáusticos o hidrocarburos (lejía, gasolina, ácidos) | Riesgo de quemaduras y neumonitis química |
Ingesta de objetos cortantes o afilados (agujas, huesos) | Riesgo de lesión esofágica o perforación |
Paciente con convulsiones, estupor, coma o alteración del reflejo deglutorio | Riesgo alto de aspiración |
Presencia de vómitos espontáneos | Riesgo de emesis persistente e innecesaria |
Ingesta ocurrida hace más de 2-4 horas | Probable vaciado gástrico completo |
En casos dudosos, se recomienda optar por lavado gástrico bajo sedación y sondaje, o bien continuar con tratamiento de soporte y uso de carbón activado.
Fármacos para inducir el vómito en perros
En los casos en los que se puede producir el vómito en perros, los fármacos que se pueden utilizar son:
1. Apomorfina (agonista dopaminérgico)
Es el emético de elección en perros por su acción rápida a nivel del centro del vómito en el área postrema.
Vía de administración | Dosis recomendada | Inicio de acción |
Vía subconjuntival | 0.03–0.04 mg/kg (en tableta triturada en saco conjuntival) | 5–10 minutos |
Vía IV | 0.02–0.04 mg/kg | 1–5 minutos |
Vía IM | 0.04 mg/kg | 10–15 minutos |
Efectos adversos: depresión del SNC, vómito prolongado, reacciones conjuntivales.
Antagonistas: clorpromazina, maropitant (para revertir emesis excesiva).
2. Peróxido de hidrógeno (H₂O₂ al 3%)
Uso exclusivo en entorno domiciliario bajo asesoramiento veterinario, no recomendado en clínica por riesgo de gastritis hemorrágica.
Dosis | 1–2 ml/kg VO, máximo 45 ml total |
Efectividad | Emesis en 10–15 minutos |
No usar si se dispone de apomorfina. Contraindicado en pacientes con enfermedades gastrointestinales previas o con alteraciones neurológicas.
3. Otros agentes (no recomendados o en desuso)
- Jarabe de ipecacuana: Efectividad variable, potencial tóxico para el miocardio.
- Sal o mostaza: Contraindicados por riesgo de hipernatremia y alteraciones electrolíticas.
- Xilazina / dexmedetomidina: Útiles en gatos, no se emplean rutinariamente en perros como eméticos.
Protocolo clínico para inducir el vómito en perros
El protocolo a utilizar en este casos es de vital importancia por la salud de nuestros pacientes:
Paso a paso en entorno clínico controlado
- Evaluación completa del paciente: conciencia, reflejos, tipo de tóxico, tiempo de ingesta.
- Confirmar indicación y ausencia de contraindicaciones absolutas.
- Informar al propietario de riesgos y obtener consentimiento informado.
- Administrar apomorfina por vía subconjuntival o intravenosa.
- Observar durante 30 minutos, controlar la frecuencia e intensidad de los vómitos.
- Administrar maropitant si la emesis persiste >30 min o el paciente muestra signos de malestar.
- En caso necesario, continuar con carbón activado (1–4 g/kg VO) tras la emesis para reducir absorción intestinal del tóxico.
Seguimiento tras la inducción del vómito
- Valorar estado clínico general y monitorizar signos de aspiración.
- En caso de no respuesta a la emesis, considerar lavado gástrico o técnicas alternativas.
- Evaluar necesidad de hospitalización, fluidoterapia y monitorización de parámetros bioquímicos.
Errores frecuentes a evitar
- Inducir vómito sin conocer el tipo de tóxico o el estado neurológico del paciente.
- Uso indiscriminado de H₂O₂ en casa sin supervisión veterinaria.
- Omitir administración de carbón activado tras una emesis exitosa.
- No advertir al tutor sobre la posibilidad de vómito persistente o efectos adversos neurológicos tras la apomorfina.
Conclusión
La inducción del vómito en perros es una herramienta terapéutica útil en medicina veterinaria, pero debe usarse con criterio. El conocimiento preciso de las indicaciones, contraindicaciones y protocolos farmacológicos es esencial para evitar complicaciones y maximizar la eficacia del procedimiento.
En clínica, la apomorfina es el fármaco de elección, mientras que el uso de peróxido de hidrógeno debe limitarse al entorno domiciliario y siempre bajo supervisión veterinaria. Una valoración adecuada del caso y un seguimiento clínico riguroso son determinantes para un manejo seguro del paciente.
Referencias
- Plumb, D. C. (2023). Plumb’s Veterinary Drug Handbook.
- Volmer, P. A., & Gwaltney-Brant, S. M. (2023). Small Animal Toxicology Essentials. Elsevier.
- ASPCA Animal Poison Control Center (2023). Emesis Guidelines for Small Animals.
- Papich, M. G. (2023). Saunders Handbook of Veterinary Drugs.