La giardiasis felina es una parasitosis intestinal frecuente causada por el protozoo Giardia duodenalis (también conocido como G. intestinalis o G. lamblia). Aunque en muchos casos es asintomática, puede generar diarreas persistentes o intermitentes, especialmente en gatitos, animales inmunodeprimidos o en colonias felinas con alta densidad de individuos.
Su abordaje clínico requiere un diagnóstico preciso y un tratamiento integral que contemple tanto el control del parásito como las medidas ambientales para evitar la reinfección.
Etiología y ciclo biológico
Giardia duodenalis es un protozoo flagelado que coloniza el intestino delgado, donde se adhiere a la mucosa con su disco ventral. Presenta dos formas:
- Trofozoito: forma móvil, patógena, que se multiplica en el intestino
- Quiste: forma infectante, eliminada por las heces, resistente al ambiente
La infección se produce por ingestión de quistes esporulados presentes en agua, alimentos o superficies contaminadas. Los quistes son altamente resistentes a condiciones ambientales adversas y pueden sobrevivir semanas en entornos húmedos.
Factores de riesgo
- Gatitos menores de 6 meses
- Gatos procedentes de refugios, criaderos o colonias
- Inmunosupresión (FIV, FeLV, corticoterapia prolongada)
- Convivencia con perros infectados
- Ambientes húmedos, mala higiene o alta densidad de animales
Aunque la mayoría de gatos adultos inmunocompetentes pueden eliminar la infección sin signos clínicos, actúan como portadores asintomáticos y fuente de contagio para otros animales.
Signos clínicos
La sintomatología puede ser variable y dependerá de la carga parasitaria, el estado inmunitario y la presencia de coinfecciones intestinales.
Síntomas más comunes:
- Diarrea intermitente o crónica, pastosa o con moco
- Flatulencia y heces malolientes
- Pérdida de peso con apetito conservado
- Vómitos ocasionales
- En casos severos: deshidratación y mal estado general
En gatos adultos, a menudo se presenta como enteritis leve recidivante, mientras que en gatitos puede cursar con retracción abdominal, dolor y retraso del crecimiento.
Diagnóstico en consulta
El diagnóstico de la giardiasis puede ser complejo por la eliminación intermitente de quistes y la morfología similar a otras estructuras fecales.
Métodos diagnósticos recomendados:
Prueba | Ventajas y limitaciones |
Tinción fecal con Lugol o solución salina | Permite visualizar trofozoítos o quistes, pero requiere muestra fresca |
Flotación con sulfato de zinc | Aumenta sensibilidad, útil para quistes |
Test ELISA (antígenos de Giardia) | Alta sensibilidad y especificidad, incluso sin visualización directa |
Inmunofluorescencia directa (IFA) | Gold standard, pero de uso más restringido |
PCR multiplex | Muy sensible, detecta coinfecciones, pero uso limitado en clínica general |
Se recomienda recoger muestras en tres días alternos para mejorar la sensibilidad diagnóstica.
Tratamiento antiparasitario
El tratamiento de la giardiasis debe ser sistemático y combinado con medidas de control ambiental, ya que la reinfección es frecuente si no se elimina la fuente de contagio.
Fármacos más eficaces
Principio activo | Dosis en gatos | Duración | Comentarios clínicos |
Metronidazol | 25 mg/kg cada 12 h VO | 5–7 días | Eficaz, pero puede causar hiporexia y ataxia |
Fenbendazol | 50 mg/kg cada 24 h VO | 5–7 días | Bien tolerado, útil en coinfecciones helmínticas |
Metronidazol + Fenbendazol | Combinación eficaz en infecciones persistentes | 5 días | Alternativa en casos refractarios |
En pacientes con diarrea grave, se recomienda además:
- Fluidoterapia oral o IV según estado clínico
- Probioterapia específica felina
- Dieta digestiva alta en fibra o de fácil digestión
Repetir el tratamiento a los 15–21 días si persiste la eliminación de quistes o la clínica digestiva.
Control ambiental y prevención de reinfecciones
Los quistes de Giardia pueden persistir en el ambiente durante semanas, por lo que el tratamiento antiparasitario debe acompañarse de higiene intensiva:
- Limpieza diaria de areneros, comederos y bebederos con agua hirviendo o lejía diluida (1:10)
- Lavado frecuente de mantas y zonas de descanso con agua caliente >60 ºC
- Baño del gato con champú suave durante el tratamiento para eliminar quistes de la zona perianal
- Evitar contacto con animales infectados o áreas contaminadas
- Repetir el test diagnóstico tras el tratamiento si convive con otros gatos
Zoonosis y seguridad humana
Aunque la zoonosis de Giardia es discutida, se considera que algunas assemblages (A y B) pueden afectar tanto a humanos como animales. En el gato, la mayoría de infecciones corresponden a assemblages F (específicos felinos), aunque ocasionalmente pueden eliminar quistes zoonóticos.
Recomendaciones básicas para tutores:
- Lavar manos tras manipular areneros o heces
- Evitar contacto estrecho boca-hocico en gatos con giardiasis activa
- Extremar precauciones en hogares con niños pequeños o personas inmunodeprimidas
Conclusión
La giardiasis en gatos es una enteropatía parasitaria común, especialmente en animales jóvenes o procedentes de ambientes con alta carga infecciosa. Aunque suele ser autolimitada, puede cronificarse y afectar al estado general del paciente si no se trata adecuadamente.
El diagnóstico debe basarse en pruebas específicas como ELISA o IFA, y el tratamiento combinar fármacos antiparasitarios con medidas de higiene ambiental estrictas. El control de la reinfección y el seguimiento postratamiento son claves para evitar recurrencias y garantizar una resolución completa.
Referencias
- Bowman, D. D. (2020). Georgis’ Parasitology for Veterinarians (11ª ed.). Elsevier
- ESCCAP España. (2022). Guía de control de giardiasis y protozoos intestinales en perros y gatos
- Plumb, D. C. (2022). Plumb’s Veterinary Drug Handbook (10ª ed.). Wiley-Blackwell
- ABCD Guidelines. (2020). Giardia in cats – factsheet. European Advisory Board on Cat Diseases
- Zajac, A. M., & Conboy, G. A. (2012). Veterinary Clinical Parasitology (8ª ed.). Wiley-Blackwell