¿Te has encontrado con muchos casos de reticulocitosis? ¿Cómo los has abordado? Para poder entender bien de qué trata esta alteración, tenemos que empezar conociendo los reticulocitos.
Pero en este artículo vamos más allá y te contamos todo acerca de la reticulocitosis en nuestros pequeños animales. ¡Vamos a ello!
¿Qué son los reticulocitos? Valores de referencia
Los reticulocitos son eritrocitos inmaduros. Estos se crean en la médula ósea y son liberados al torrente sanguíneo en forma de reticulocitos. Son de mayor tamaño que los glóbulos rojos maduros, y su vida media, antes de la maduración, es de unas 24 horas.
A diferencia de los eritrocitos, los reticulocitos tienen filamentos y gránulos, que son de gran utilidad a la hora de hacer un frotis sanguíneo, ya que se tiñen. Normalmente, la tinción utilizada es azul de metileno. Es importante hacer esta tinción con sangre fresca.
Los rangos de referencia varían según la especie. Por ejemplo, en perros los rangos normales se sitúan entre 10,0 a 110,0 K/μL, mientras que en el gato son de entre 3,0 a 50,0 K/μL.
Causas de la reticulocitosis
La reticulocitosis es el aumento del recuento de reticulocitos. Estas células, al ser predecesoras de los eritrocitos, cuando observamos un aumento también tenemos que tomar en consideración los niveles de hemoglobina y el hematocrito.
¿Sabes identificar la hemoglobina elevada en perros o y gatos?
La principal causa de la reticulocitosis es la anemia regenerativa. Es decir, la médula ósea funciona de forma correcta, pero está creando más reticulocitos, debido a la alta demanda de eritrocitos en la sangre periférica. Cómo los reticulocitos tardan horas en madurar, observamos un aumento de reticulocitos.
¿Pero a qué puede deberse esta demanda de eritrocitosis? Los motivos son:
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- Anemia (pudiendo ser macrocrítica hipocrómica): hay pocos eritrocitos en sangre periférica, que puede deberse a falta de vitamina B12 (cianocobalamina) y/o hierro y/o deficiencia de ácido fólico en perros
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- Enfermedad hemolítica: la vida media de los eritrocitos es más corta que lo habitual, por lo que no da tiempo a los eritrocitos a madurar. Puede estar mediada por el sistema inmune, o no.
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- Enfermedad hemolítica inmunomediada: se destruyen los eritrocitos debido a la fijación de anticuerpos a antígenos extraños o propios.
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- Enfermedad hemolítica no inmunomediada: puede darse de forma hereditaria, por infecciones, o insuficiencia renal, entre otras causas
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- Enfermedad hemolítica: la vida media de los eritrocitos es más corta que lo habitual, por lo que no da tiempo a los eritrocitos a madurar. Puede estar mediada por el sistema inmune, o no.
Aunque aparte de estas causas más comunes, se han observado bastante cantidad de perros que presentan reticulocitosis en ausencia de anemia (RAA).
Por ejemplo, en este estudio se hizo un seguimiento de diferentes perros durante los años 2000 y 2012. En él, los autores observan un incremento significativo de RAA en perros (1.035 individuos). Entre las conclusiones que sacan los autores, están que como factores contribuyentes a este aumento puede ser el uso de antiinflamatorios, nutracéticos, y el diagnóstico de la osteoartrosis.
En este otro estudio de 2015, se incluyeron 3.956 gatos y 11.087 perros que se evaluaron entre el 2012 y el 2014 en Alemania. En este estudio se vio que aunque había animales con reticulocitosis sin anemia sanos, la mayoría presentaban diferentes patologías. Entre ellos, desórdenes gastrointestinales e inflamatorios, y procesos neoplásicos malignos. La tasa de mortalidad fue bastante alta.
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¿Cómo procedemos?
Para ofrecer el tratamiento más correcto a nuestros pacientes, es necesario conocer la causa de la reticulocitosis y tratar al perro de forma integral, no solamente tratando la patología.
En el caso de que la reticulocitosis sea debida a una anemia, se procederá a instaurar un tratamiento de fluidoterapia, con los suplementos adecuados. Si la anemia es muy marcada, es posible que sea necesaria una transfusión sanguínea. Una correcta alimentación es un buen coadyuvante.
Si la reticulocitosis se debe a una enfermedad hemolítica, también intentaremos restaurar el número de reticulocitos y eritrocitos de la misma forma que en el caso de la anemia. Pero siempre se deberá tratar el proceso hemolítico por el que se ha ocasionado esto.
Para los casos en los que existe una reticulocitosis sin anemia, cómo hemos visto, según los últimos estudios indican que la mayoría presentan alguna patología. En este caso, obviamente, se tratará siempre la patología subyacente.
Y ahora, ¡cuéntanos! ¿Conocías todos estos datos acerca de la reticulocitosis? ¿Tienes alguna duda por resolver? ¡Nos encantará escucharte!
Estudios y bibliografía
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- Anemia hemolítica inmunomediada – Ruiz Chipo Carol Katherine1 ; Benavides Insignares Henry2 y Roque Rodríguez Anita Isabel3 1MVZ Unillanos, 2 MV ULS y 3MV MSc Docente Unillanos
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- Textbook of veterinary internal medicine – 8th edition – Stephen J. Ettinger, Edward C. Feldman, Etienne Côté