La cistitis aguda es una de las afecciones más comunes que se presentan en la clínica veterinaria, especialmente en gatos y perros. Este trastorno inflamatorio de la vejiga puede ser causado por infecciones bacterianas, cristales o cálculos urinarios, neoplasias, o incluso estrés en el caso de los gatos. Un manejo adecuado y rápido de la cistitis es crucial para aliviar el dolor del paciente y prevenir complicaciones más graves. En este artículo, repasaremos las estrategias más efectivas para tratar un caso agudo de cistitis en la clínica, desde el diagnóstico hasta el tratamiento y seguimiento.
¿Qué es la cistitis aguda?
La cistitis aguda es la inflamación súbita de la vejiga urinaria que provoca síntomas clínicos como disuria, polaquiuria, hematuria, estranguria y, en algunos casos, incontinencia urinaria. En perros, la causa más común de cistitis aguda es la infección bacteriana ascendente, mientras que en gatos, especialmente en machos, la cistitis idiopática felina (CIF) o cistitis inducida por estrés es una causa frecuente.
Diagnóstico de la cistitis aguda
Historia clínica y signos clínicos
Un historial detallado es esencial para el diagnóstico. Preguntar al propietario sobre cambios en la frecuencia o apariencia de la micción, episodios de orina con sangre, dolor o dificultad al orinar, o cambios en el comportamiento (particularmente en gatos, que pueden presentar cambios de comportamiento debido al dolor).
Examen físico
El examen físico debe incluir:
- Palpación abdominal para detectar dolor o distensión de la vejiga.
- Evaluación de los genitales externos para identificar signos de inflamación, secreción o masas.
Análisis de orina
Un análisis de orina es crucial para confirmar el diagnóstico y determinar la causa subyacente:
- Tira reactiva y sedimento urinario: Pueden mostrar hematuria, piuria, proteinuria y bacteriuria.
- Cultivo de orina y antibiograma: Indicado especialmente en casos recurrentes o si se sospecha de infección bacteriana, para identificar el agente patógeno y su sensibilidad a los antibióticos.
Imagenología
- Ecografía abdominal: Útil para evaluar la vejiga y detectar la presencia de cálculos, masas, o engrosamiento de la pared vesical.
- Radiografía: Puede ser útil para detectar cálculos radiopacos en la vejiga.
Estrategias de tratamiento para la cistitis aguda
Tratamiento de la cistitis bacteriana
Para cistitis de origen bacteriano, especialmente en perros:
- Antibióticos: Selección basada en el cultivo y antibiograma. En caso de no tener resultados de cultivo, se pueden iniciar antibióticos empíricos de amplio espectro:
- Amoxicilina-clavulánico: 12.5-25 mg/kg cada 12 horas por vía oral en perros y gatos.
- Enrofloxacina: 5-20 mg/kg cada 24 horas por vía oral en perros y gatos, especialmente si se sospecha de infecciones complicadas o por patógenos resistentes.
- Duración del tratamiento: De 7 a 14 días, ajustando según la respuesta clínica y los resultados del cultivo.
Tratamiento de la cistitis idiopática felina (CIF)
En gatos con cistitis idiopática:
- Manejo ambiental y reducción del estrés:
- Proporcionar un entorno enriquecido (juguetes, rascadores).
- Utilizar feromonas como Feliway para reducir el estrés.
- Asegurarse de que haya suficiente cantidad de cajas de arena y que estas estén ubicadas en lugares tranquilos.
- Modificación de la dieta:
- Dietas comerciales que promuevan la salud del tracto urinario y aumenten el consumo de agua (por ejemplo, dietas húmedas).
- Medicamentos analgésicos:
- Buprenorfina: 0,01-0,02 mg/kg por vía oral transmucosal o subcutánea cada 8-12 horas.
- Amitriptilina: 2.5-12.5 mg/gato al día por vía oral para reducir el dolor y el estrés a largo plazo.
Tratamiento de cistitis por cálculos urinarios
En casos donde los cálculos son la causa subyacente:
- Dieta específica para disolver cálculos: Dependiendo del tipo de cálculos (estruvita, oxalato de calcio, urato, etc.), se debe seleccionar una dieta adecuada que ayude a disolver los cálculos o prevenir su formación.
- Cirugía o cistotomía: En casos de cálculos grandes, múltiples, o no disolubles, la cirugía puede ser necesaria para su extracción.
Tratamiento del dolor
El manejo del dolor es crucial en casos de cistitis aguda:
- AINES (Anti-inflamatorios no esteroideos):
- Meloxicam: 0.1 mg/kg por vía oral o subcutánea el primer día, seguido de 0.05 mg/kg al día.
- Robenacoxib: 1-2 mg/kg por vía oral al día en gatos, no más de 3 días.
Fluidoterapia
- Fluidoterapia intravenosa (IV): En casos de deshidratación o si el animal no puede beber por sí mismo, los fluidos IV pueden ayudar a mantener la hidratación y promover la diuresis, lo cual es útil para limpiar la vejiga y aliviar la irritación.
Manejo post-tratamiento y seguimiento
- Reevaluación clínica: Programar revisiones periódicas para monitorear la respuesta al tratamiento, especialmente en casos de cistitis recurrente.
- Repetición del análisis de orina: Realizar un nuevo análisis y cultivo de orina 5-7 días después de completar la terapia antibiótica para asegurarse de que la infección se ha resuelto.
- Modificaciones dietéticas a largo plazo: En casos de urolitiasis, seguir con la dieta prescrita para prevenir la recurrencia.
Conclusión
El tratamiento de la cistitis aguda en la clínica veterinaria requiere un enfoque integral que abarque desde un diagnóstico preciso hasta un manejo terapéutico adecuado. La elección de la terapia dependerá de la causa subyacente de la cistitis, ya sea infecciosa, idiopática, o secundaria a cálculos urinarios. Un manejo adecuado no solo aliviará el dolor y el malestar del paciente, sino que también ayudará a prevenir complicaciones a largo plazo y mejorar la calidad de vida del animal.
Referencias
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