Los abscesos cutáneos suelen ser comunes, especialmente en gatos con acceso al exterior. Se producen tras una herida penetrante (normalmente por mordeduras en peleas), que permite la entrada de bacterias y desencadena una infección localizada.
Aunque en algunos casos pueden drenar espontáneamente, el tratamiento veterinario es esencial para evitar complicaciones graves como celulitis, septicemia o recidivas.
¿Por qué son tan frecuentes en gatos?
Los gatos presentan conductas territoriales y son propensos a las peleas, sobre todo los machos no castrados. Las mordeduras inoculan bacterias anaerobias y aerobias de la flora oral en tejidos subcutáneos, lo que genera un ambiente perfecto para el desarrollo de abscesos.
Factores predisponentes:
- Gatos enteros con acceso al exterior.
- Heridas punzantes profundas, difíciles de detectar inicialmente.
- Zonas típicas: cabeza, cuello, base de la cola y extremidades.
Los tutores suelen acudir a la clínica al notar una masa dolorosa, caliente o drenante en el gato, a menudo acompañada de fiebre y letargia.
Signos clínicos de abscesos cutáneos
Los abscesos suelen presentarse de forma evidente, aunque la fase inicial puede pasar desapercibida.
Manifestaciones clínicas habituales:
- Tumefacción localizada, firme y dolorosa.
- Eritema y calor en la zona.
- Drenaje purulento con mal olor en fases avanzadas.
- Fiebre, anorexia y letargia.
- Cojera si afecta a extremidades.
Un absceso cerrado puede confundirse con un hematoma o una neoplasia, por lo que la exploración clínica y la punción son claves.
Diagnóstico
El diagnóstico suele ser clínico, basado en la anamnesis (gato con acceso al exterior, heridas previas) y la exploración física.
Pruebas complementarias en casos seleccionados:
- Hemograma y bioquímica en gatos con fiebre o signos sistémicos.
- Cultivo bacteriano y antibiograma en abscesos recurrentes o no respondientes.
- Citología del exudado para confirmar la presencia de neutrófilos y bacterias.
Estas pruebas ayudan a guiar el tratamiento y descartar complicaciones.
Tratamiento de los abscesos cutáneos en gatos
El abordaje debe ser rápido y efectivo, combinando drenaje, limpieza y antibioterapia.
Manejo clínico recomendado
- Sedación o anestesia ligera para facilitar el procedimiento y reducir dolor.
- Incisión y drenaje del absceso: abrir la cavidad, evacuar el material purulento.
- Lavado abundante con suero fisiológico estéril; puede añadirse antiséptico suave (clorhexidina diluida).
- Desbridamiento de tejido necrótico si es necesario.
- Colocación de drenajes Penrose en abscesos profundos o de gran tamaño.
- Antibioterapia sistémica: elección empírica inicial (amoxicilina-ácido clavulánico, cefalexina, clindamicina), ajustando si hay cultivo y antibiograma.
- Analgesia y antiinflamatorios: AINEs o buprenorfina para control del dolor.
Cuidados domiciliarios
El tutor debe implicarse en la recuperación:
- Limpieza diaria de la herida según indicación veterinaria.
- Evitar que el gato se lama la zona (collar isabelino).
- Controlar signos de recaída: fiebre, secreción excesiva, inflamación persistente.
- Revisiones periódicas en clínica hasta la resolución completa.
En gatos con abscesos recurrentes, se recomienda valorar la castración y limitar el acceso al exterior.
Prevención
La prevención se centra en reducir las peleas y heridas:
- Castración para disminuir la territorialidad.
- Mantener al gato en interiores o con acceso controlado al exterior.
- Vacunación frente a virus como FeLV y FIV, que predisponen a infecciones graves.
- Revisar de forma rutinaria cualquier herida o arañazo para tratarlo precozmente.
Tabla resumen: protocolo de tratamiento de abscesos en gatos
Paso clínico | Actuación recomendada |
Evaluación inicial | Exploración, anamnesis, valorar fiebre y dolor |
Diagnóstico | Clínico + citología/cultivo si recidivas |
Procedimiento | Sedación, incisión, drenaje, lavado |
Tratamiento médico | Antibióticos empíricos + analgesia |
Seguimiento domiciliario | Limpieza, control por tutor, collar isabelino |
Prevención | Castración, control de salidas, vacunación |
Conclusión
El absceso cutáneo es una patología común pero potencialmente grave en gatos. El tratamiento requiere drenaje quirúrgico, antibioterapia y analgesia, acompañado de un buen seguimiento por parte del tutor.
La prevención mediante castración y control del acceso al exterior reduce significativamente la incidencia. La clave del éxito está en la actuación temprana y en la colaboración estrecha entre veterinario y tutor.
Referencias científicas
- Greene, C. E. (2012). Infectious Diseases of the Dog and Cat (4ª ed.). Elsevier.
- Foster, S. F., & Martin, P. (2011). Abscesses in cats: clinical presentation and management. Journal of Feline Medicine and Surgery, 13(9), 643–652.
- Hartmann, K., & Giger, U. (2014). Feline bite wounds and abscesses. Compendium on Continuing Education for the Practicing Veterinarian, 36(2), E1–E8.