La pirexia en gatos, o fiebre, es un mecanismo fisiológico desencadenado por la liberación de pirógenos que afectan el centro termorregulador del hipotálamo, elevando la temperatura corporal por encima de los valores normales (38-39,2 °C en gatos).
Aunque la fiebre es una respuesta del sistema inmunitario para combatir infecciones o inflamaciones, su persistencia puede ser indicativa de enfermedades subyacentes más graves. En gatos, la pirexia puede ser un desafío diagnóstico debido a su comportamiento reservado y a la naturaleza inespecífica de los síntomas.
En este artículo hemos querido abordar las principales causas, el enfoque diagnóstico y las estrategias terapéuticas para el manejo eficaz de la fiebre en pacientes felinos. ¡A coger apuntes!
Principales causas de la pirexia en gatos
Las causas subyacentes de la fiebre felina pueden ser múltiples. Entre las principales nos encontramos con:
Infecciones
Las infecciones bacterianas, víricas, fúngicas o parasitarias son responsables de gran parte de los casos de fiebre en gatos:
- Bacterianas: Abscesos, infecciones cutáneas, neumonía, peritonitis séptica o piometra.
- Víricas: FIV, FeLV, peritonitis infecciosa felina (PIF) o herpesvirus felino.
- Fúngicas: Criptococosis, histoplasmosis o blastomicosis, especialmente en regiones endémicas.
- Parasitarias: Toxoplasmosis, hemoplasmosis (causada por Mycoplasma haemofelis).
Enfermedades inmunomediadas
Los trastornos inmunitarios pueden desencadenar procesos inflamatorios que resultan en fiebre:
- Lupus eritematoso sistémico (LES): Trastorno multisistémico que puede afectar articulaciones, piel y órganos internos.
- Poliartritis inmunomediada: Inflamación de múltiples articulaciones sin evidencia de infección bacteriana.
Neoplasias
Las neoplasias que generan inflamación o necrosis tisular pueden liberar mediadores que inducen fiebre:
- Linfoma: Una de las causas neoplásicas más comunes en gatos.
- Carcinomas sólidos: Pueden afectar órganos abdominales, pulmonares o dérmicos.
Enfermedades inflamatorias no infecciosas
Procesos inflamatorios sin origen infeccioso también son una causa importante de pirexia:
- Pancreatitis felina: A menudo subdiagnosticada debido a síntomas vagos en gatos.
- Colangitis neutrofílica: Inflamación del sistema biliar.
- Meningitis arteritis esteroide-responsiva: Más rara, pero posible en gatos jóvenes.
Pirexia de origen desconocido (POD)
La pirexia de origen desconocido se define como fiebre persistente durante más de dos semanas sin que se identifique una causa tras una evaluación inicial. Requiere una investigación exhaustiva y puede estar asociada a infecciones crípticas, neoplasias ocultas o enfermedades autoinmunes.
Signos clínicos de la pirexia en gatos
Los síntomas de la fiebre en gatos suelen ser inespecíficos y requieren una observación cuidadosa por parte del clínico:
- Letargo y disminución de la actividad.
- Anorexia parcial o total.
- Pérdida de peso progresiva.
- Deshidratación: Evaluada mediante el estado de las mucosas y la turgencia cutánea.
- Taquipnea o respiración dificultosa, especialmente si hay complicaciones pulmonares.
- Vómitos o diarrea, dependiendo del sistema afectado.
En casos de fiebre alta (>41 °C), pueden presentarse convulsiones, alteraciones neurológicas o colapso, lo que constituye una emergencia médica.
Diagnóstico clínico de la pirexia en gatos
El enfoque diagnóstico debe ser sistemático, dada la naturaleza inespecífica de los signos clínicos en los gatos.
Historia clínica detallada
Es clave recopilar información sobre:
- Exposición a otros animales o entornos potencialmente infecciosos.
- Viajes recientes a áreas endémicas de enfermedades fúngicas o parasitarias.
- Tratamientos previos, incluyendo uso de fármacos que puedan provocar fiebre.
- Cambios en el comportamiento, apetito y peso del gato.
Exploración física exhaustiva
El examen físico debe incluir:
- Palpación de linfonodos periféricos (adenomegalias).
- Evaluación de cavidad oral en busca de úlceras o lesiones inflamatorias.
- Auscultación pulmonar para identificar posibles anomalías respiratorias.
- Palpación abdominal para detectar masas, dolor o distensión.
- Inspección de la piel en busca de abscesos, heridas o infecciones.
Pruebas diagnósticas iniciales
- Hemograma completo: Identifica signos de inflamación, como leucocitosis, neutrofilia o trombocitopenia.
- Bioquímica sérica: Evalúa función hepática, renal y presencia de inflamación sistémica (hiperglobulinemia).
- Análisis de orina: Detecta infecciones urinarias, proteinuria o hematuria.
- Pruebas de serología o PCR: Para infecciones específicas como FIV, FeLV o toxoplasmosis.
Pruebas de imagen
- Radiografías torácicas: Útiles para evaluar neumonía, linfadenopatías mediastínicas o masas.
- Ecografía abdominal: Permite detectar anomalías en órganos internos, abscesos o neoplasias.
Diagnóstico avanzado
En casos de POD o fiebre persistente, pueden ser necesarias:
- Biopsias de tejidos afectados.
- Aspiración de médula ósea, especialmente si hay citopenias inexplicables.
- Cultivos microbiológicos (sangre, líquido sinovial o abscesos).
- Tomografía computarizada (TAC): Para identificar lesiones ocultas.
Tratamiento de la pirexia en gatos
El tratamiento debe abordar la causa subyacente de la fiebre y controlar los síntomas asociados.
Terapias específicas
Causa | Tratamiento recomendado | Objetivo del tratamiento |
Infecciones bacterianas | Antibióticos de amplio espectro (amoxicilina-clavulánico, 20 mg/kg cada 12 h) | Eliminar la infección bacteriana |
Enfermedades autoinmunes | Corticoides (prednisolona, 2 mg/kg cada 24 h) | Reducir la inflamación inmunomediada |
Enfermedades víricas | Manejo de soporte | Aliviar síntomas y prevenir complicaciones |
Pancreatitis | Fluidoterapia y analgesia | Controlar la inflamación pancreática |
Neoplasias | Cirugía, quimioterapia o radioterapia | Eliminar o reducir el crecimiento tumoral |
Cuidados sintomáticos
- Antipiréticos: Solo bajo supervisión veterinaria (el paracetamol está contraindicado en gatos).
- Fluidoterapia intravenosa: Para rehidratar y mejorar la termorregulación.
- Medidas físicas: Aplicación de compresas frías en extremidades y abdomen para reducir la temperatura en casos de fiebre alta.
Prevención de la pirexia en gatos
Algunas medidas complementarias para evitar, dentro de lo posible, la pirexia en gatos son:
- Mantener las vacunas y desparasitaciones al día para prevenir infecciones comunes.
- Proteger al gato contra vectores como pulgas y garrapatas con antiparasitarios adecuados.
- Promover revisiones veterinarias periódicas para detectar problemas de salud antes de que se agraven.
- Controlar el entorno del gato, evitando el acceso a fuentes de toxinas o infecciones.
Conclusión
La pirexia en gatos es un signo clínico que puede ser indicativo de infecciones, inflamaciones u otras enfermedades subyacentes graves. Para los veterinarios, un enfoque diagnóstico ordenado y el uso de pruebas avanzadas son esenciales para identificar la causa y proporcionar un tratamiento eficaz.
Fuentes consultadas
- Nelson, R. W., & Couto, C. G. (2020). Small Animal Internal Medicine. Elsevier.
- Ettinger, S. J., & Feldman, E. C. (2017). Textbook of Veterinary Internal Medicine. Elsevier.
- Barrs, V. R., & Beatty, J. A. (2012). “Fever of unknown origin in cats.” Journal of Feline Medicine and Surgery.
- Plumb, D. C. (2018). Plumb’s Veterinary Drug Handbook. Wiley-Blackwell.
- American Association of Feline Practitioners (AAFP). (2023). Guidelines for Diagnosis and Management of Fever in Cats.