La pirexia en perros, comúnmente conocida como fiebre, es una respuesta del organismo a la presencia de infecciones, inflamaciones o enfermedades subyacentes. Se define como un aumento de la temperatura corporal por encima de los valores normales (38,5-39,2 °C en perros adultos), provocado por la activación de mecanismos internos relacionados con la inflamación y el sistema inmunitario.
Aunque la fiebre es una señal de que el cuerpo está combatiendo un problema, si no se identifica y controla adecuadamente, puede poner en riesgo la salud del perro. ¡Por eso vamos a hablar de todo lo que necesitas saber sobre la pirexi!
¿Qué es la pirexia en perros?
La pirexia es un aumento de la temperatura corporal que ocurre como respuesta a la liberación de pirógenos, sustancias que activan el centro termorregulador del hipotálamo para elevar la temperatura.
A diferencia de la hipertermia, que se produce por causas externas como golpes de calor, la pirexia tiene un origen interno y está asociada a procesos inflamatorios o infecciosos.
Es importante diferenciar entre pirexia de origen conocido (cuando se identifica una causa evidente, como una infección) y pirexia de origen desconocido (POD), donde las pruebas iniciales no logran determinar la causa y se requiere una evaluación más exhaustiva.
Causas de la pirexia en perros
Entre las causas más comunes de que un perro pueda presentar pirexia nos encontramos con:
1. Infecciones bacterianas, víricas o fúngicas
Las infecciones son una de las causas más frecuentes de fiebre en perros y pueden afectar diversos sistemas:
- Infecciones respiratorias: Bronquitis, neumonía o traqueítis.
- Infecciones urinarias: Cistitis o pielonefritis.
- Infecciones cutáneas: Abscesos o heridas infectadas.
- Infecciones gastrointestinales: Enteritis bacteriana o vírica.
- Enfermedades fúngicas sistémicas: Blastomicosis o histoplasmosis.
2. Enfermedades inmunomediadas
Trastornos como el lupus eritematoso sistémico (LES), la poliartritis inmunomediada o la anemia hemolítica autoinmune pueden desencadenar fiebre debido a la inflamación sistémica que generan.
3. Procesos inflamatorios no infecciosos
La pirexia también puede estar asociada a inflamaciones sin infección, como:
- Pancreatitis: Inflamación del páncreas.
- Meningitis arteritis esteroide-responsiva: Inflamación de las meninges en perros jóvenes.
- Traumatismos o cirugías recientes: Respuesta inflamatoria del cuerpo al daño tisular.
4. Tumores y neoplasias
Algunos tumores pueden provocar fiebre debido a la liberación de sustancias inflamatorias:
- Linfoma: Tumor maligno del sistema linfático.
- Leucemia: Cáncer de las células sanguíneas.
- Carcinomas inflamatorios: Tumores que generan inflamación en los tejidos circundantes.
5. Enfermedades transmitidas por vectores
Infecciones como la erlichiosis, la anaplasmosis o la leishmaniosis, transmitidas por garrapatas y otros vectores, suelen causar fiebre junto con otros síntomas sistémicos.
6. Reacciones medicamentosas o tóxicas
El uso de ciertos medicamentos, como antibióticos o vacunas, puede inducir fiebre como reacción adversa. Asimismo, la exposición a toxinas puede desencadenar un proceso febril.
7. Pirexia de origen desconocido (POD)
En algunos casos, no se logra identificar la causa de la fiebre tras las pruebas iniciales. Estas situaciones requieren un enfoque diagnóstico más profundo para determinar el origen del problema.
Síntomas asociados a la pirexia en perros
Además del aumento de la temperatura corporal, la pirexia suele ir acompañada de otros signos clínicos que varían según la causa subyacente:
- Letargo y debilidad generalizada.
- Pérdida de apetito.
- Respiración acelerada (taquipnea).
- Aumento de la frecuencia cardíaca (taquicardia).
- Escalofríos o temblores.
- Nariz seca y caliente.
- Deshidratación: Encías secas o pérdida de elasticidad en la piel.
- Dolor localizado o generalizado, según el origen del problema.
En casos graves, la fiebre alta (por encima de 41 °C) puede causar daño celular, convulsiones o colapso, lo que requiere atención veterinaria inmediata.
Diagnóstico de la pirexia en perros
Para identificar la causa de la fiebre, el veterinario realizará un enfoque diagnóstico que combine la evaluación clínica con pruebas complementarias.
1. Historia clínica y examen físico
Se recopilará información sobre la duración de la fiebre, otros síntomas asociados y cualquier exposición reciente a infecciones, traumas o toxinas. Durante el examen físico, se buscarán signos de infección, inflamación o dolor.
2. Pruebas de laboratorio
- Hemograma completo: Puede mostrar anemia, leucocitosis (aumento de glóbulos blancos) o trombocitopenia.
- Bioquímica sanguínea: Evalúa la función hepática y renal, además de detectar inflamación sistémica.
- Análisis de orina: Identifica infecciones urinarias o alteraciones metabólicas.
- Pruebas serológicas: Detectan infecciones transmitidas por vectores como la erlichiosis o la leishmaniosis.
3. Pruebas de imagen
- Radiografías: Para detectar infecciones pulmonares, abscesos o tumores.
- Ecografía abdominal: Permite evaluar órganos internos en busca de inflamaciones o masas.
4. Cultivos microbiológicos
Si se sospecha de una infección, los cultivos de sangre, orina o tejidos afectados ayudarán a identificar el agente patógeno y a determinar el tratamiento adecuado.
5. Biopsias y estudios avanzados
En casos complejos de fiebre de origen desconocido, puede ser necesario realizar biopsias de tejidos, aspiraciones de médula ósea o pruebas avanzadas como tomografía computarizada (TAC).
Tratamiento de la pirexia en perros
El tratamiento dependerá de la causa subyacente y puede incluir terapias específicas para controlar la fiebre y resolver el problema de base.
Causa | Tratamiento recomendado | Objetivo del tratamiento |
Infecciones bacterianas | Antibióticos según antibiograma | Eliminar el agente infeccioso |
Enfermedades inmunomediadas | Corticoides (prednisolona) | Reducir la inflamación sistémica |
Enfermedades transmitidas por vectores | Doxiciclina (10 mg/kg cada 12 horas) | Tratar infecciones como erlichiosis |
Tumores o neoplasias | Cirugía, quimioterapia o radioterapia | Controlar o eliminar el crecimiento tumoral |
Pancreatitis | Fluidoterapia y manejo del dolor | Reducir la inflamación del páncreas |
Reacciones medicamentosas | Suspensión del medicamento causante | Prevenir recurrencias |
Cuidados sintomáticos
- Antipiréticos: Solo administrados bajo prescripción veterinaria (paracetamol está contraindicado en perros).
- Fluidoterapia intravenosa: Para tratar la deshidratación y reducir la temperatura corporal.
- Compresas frías: Se colocan en axilas, abdomen o patas para enfriar al perro en casos de fiebre alta.
Cuidados en casa
- Controlar la temperatura corporal regularmente: Usar un termómetro rectal para asegurarse de que la fiebre no supere los 39,5 °C.
- Proporcionar agua fresca constantemente: Mantener una buena hidratación es clave para ayudar al organismo a combatir la fiebre.
- Evitar automedicación: Nunca administrar medicamentos humanos sin la aprobación del veterinario.
Prevención de la pirexia en perros
Algunas medidas preventivas que se pueden tomar para evitar la pirexia canina, y que está en nuestras manos informar a las familias son:
- Mantener al día las vacunas y desparasitaciones del perro para reducir el riesgo de infecciones.
- Proteger al perro de vectores como garrapatas y mosquitos con antiparasitarios adecuados.
- Proporcionar una dieta equilibrada y un entorno limpio para fortalecer su sistema inmunitario.
- Llevar al perro al veterinario ante los primeros signos de fiebre o malestar general.
Fuentes consultadas
- Nelson, R. W., & Couto, C. G. (2020). Small Animal Internal Medicine. Elsevier.
- Ettinger, S. J., & Feldman, E. C. (2017). Textbook of Veterinary Internal Medicine. Elsevier.
- Tams, T. R., & Rawlings, C. A. (2011). Small Animal Endoscopy. Elsevier.
- American College of Veterinary Internal Medicine (ACVIM). (2023). Guidelines for Diagnosis and Management of Canine Fever.
- Plumb, D. C. (2018). Plumb’s Veterinary Drug Handbook. Wiley-Blackwell.