Anemia hemolítica inmunomediada: Todo lo que necesitas saber y aplicarlo en pequeños animales

La anemia hemolítica inmunomediada es una de los diferentes tipos de anemia que podemos observar tanto en perros cómo en gatos. 

La anemia, en general, se define cómo la disminución del número de glóbulos rojos en sangre circulante. Esto puede darse por diferentes motivos:

  1. Disminución de la producción de glóbulos rojos en la médula ósea
  2. Hemorragias, tanto externas cómo internas
  3. Reducción de la vida media de los glóbulos rojos por hemólisis. La hemólisis puede ser inmunomediada o no inmunomediada

Visto esto, podemos decir que la anemia hemolítica inmunomediada es consecuencia de la hemólisis. ¿Pero cuáles son las causas? ¿Cómo podemos identificarla de otros tipos de anemias? ¿Existen tratamientos? Si quieres tener respuestas a todas estas preguntas, ¡sigue leyendo!

Aún así, aquí te dejamos otro artículo genérico sobre la anemia en veterinaria.

Tipos de anemia hemolítica inmunomediada y sus posibles causas

Las anemias hemolíticas inmunomediadas ocurren cuando los glóbulos rojos se destruyen antes de tiempo, como consecuencia de que los anticuerpos específicos se fijan a antígenos propios o extraños.

Esto puede darse de forma extravascular, es decir, mediante fagocitosis en el bazo y el hígado; o de forma intravascular (lisados en el interior de los vasos sanguíneos).

Teniendo esto presente, este tipo de anemias se pueden clasificar en 2 tipos, dependiendo de su etiología:

  • AHIM primaria: idiopática. Proceso autoinmune, en el que no se haya una enfermedad subyacente que desencadene la hemólisis
  • AHIM secundaria: cuando se desencadena cómo consecuencia de otras enfermedades subyacentes
anemia hemolitica inmunomediada en perros.

Tinción Wrigth 100x. Fuente: Rebar, 2003


Las enfermedades y causas subyacentes más comunes que pueden generar anemia hemolítica inmunomediada en perros y gatos son:

  • Infecciosas: parásitos o virus: Anaplasma, Babesia, Dirofilariosis, Ehrlichia, Leishmania, Mycoplasma, Parvovirus, PIF, Leucemia Felina
  • Neoplasias: Linfomas, Hemangiosarcomas
  • Exposición a fármacos y/o intoxicación: Penicilinas y Cefalosporinas, Sufodaminas, Metimazol, Azul de Metileno, Zinc, Cobre, Cebolla
  • Metabólicas

Signos clínicos

No existen signos clínicos que se puedan asociar directamente a la AHIM, ni en perros ni en gatos. Dependiendo del paciente, de la causas subyacente, y de la severidad de la anemia, algunos de los signos clínicos más comunes que se pueden observar son:

  • Anorexia
  • Palidez o ictericia
  • Vómitos/diarreas
  • Síncope
  • Debilidad
  • Fiebre
  • Taquicardia y taquipnea
  • Dolores abdominales, que pueden ser producidos por esplenomegalia y/o hepatomegalia

Si la AHIM es muy severa y no se ha tratado a tiempo, las complicaciones más habituales que podemos observar son la CID (coagulación intravascular diseminada) y el tromboembolismo pulmonar.

¿Cómo diagnosticar la anemia hemolítica inmunomediada?

A la hora de diagnosticar una anemia hemolítica inmunomediada, sea primaria o secundaria, no existe una prueba concreta. Por lo que es importante realizar varias pruebas, interpretarlas en conjunto, así cómo tener en cuenta la respuesta del paciente a la medicación que pueda estar tomando.

Teniendo en cuenta el Consenso sobre el diagnóstico y tratamiento de la anemia hemolítica en perros y gatos de 2019 (y revisado en 2022), podemos establecer cómo protocolo diagnóstico lo siguiente:

Hemograma

En estos casos, lo primero que se debe hacer es determinar el tipo de anemia con el que nos encontramos.

En las AHIM, la serie roja, se caracteriza por hematocritos muy bajos (en gatos, pueden llegar a ser del 6% sin que haya signos clínicos). Los índices VCM, HCM y CHCM son poco sensibles para valorar procesos regenerativos. La VCM puede estar elevada cuando hay aglutinación.

En cuanto a la serie blanca, puede haber leucocitosis por neutrofilia con desviación a la izquierda. Esto puede indicar daño tisular. 

En alrededor del 60% de los casos de AHIM, podemos observar trombocitopenia leve o moderada. Esto suele aparecer en pacientes con síndrome de Evans o CID. 

Bioquímica

En la bioquímica no se observan alteraciones que puedan darnos evidencia alguna de la existencia de AHIM. Normalmente, los valores alterados suelen ser consecuencia de la deshidratación y la hipoxia que puedan estar sufriendo los pacientes. 

Test de aglutinación

Aunque es común realizar el test de aglutinación en un frotis sanguíneo común, no es el protocolo adecuado para el diagnóstico. Se recomienda hacer el propio test de aglutinación, en la proporción de una gota de sangre en EDTA por 4 de suero fisiológico.

Si el resultado es positivo, podemos estar hablando de AHIM. En los casos negativos, no la podemos descartar. En gatos, por ejemplo, el test de aglutinación suele dar negativo (aunque tengan AHIM). Esto se debe a que los anticuerpos se unen a un solo glóbulo rojo, por lo cuál, no causa aglutinación.

Test de aglutinación

Test de Coomb’s

Este test detecta la presencia de anticuerpos en la superficie de los glóbulos rojos. Suele ser positivo en la mayoría de AHIM, pero un resultado negativo no indica su ausencia. Se recomienda realizarlo, sobre todo, a pacientes que presentan aglutinación para confirmar el diagnóstico.

Si el resultado es negativo, pero se presentan alteraciones cómo la propia aglomeración, esferocitosis o policromasia, también es indicativo de anemia hemolítica inmunomediada.  

Punción de médula ósea

Se recomienda realizar en los casos de anemias no regenerativas severas. Es decir, cuando después de aproximadamente una semana del inicio de la enfermedad, no se observa regeneración. Te dejamos nuestro artículo sobre transfusiones sanguíneas en perros y gatos.

Punción de médula ósea

Pruebas diagnósticas para encontrar la causa de la anemia hemolítica inmunomediada secundaria

Cómo ya hemos comentado anteriormente, la AHIM secundaria está provocada por una patología subyacente. Por lo tanto, para encontrar esa patología (o diagnosticar una AHIM primaria), se deben realizar las pruebas necesarias.

Antes de nada, es muy importante realizar una buena anamnesis a los tutores del animal. Ellos nos podrán decir los fármacos que le han administrado al animal, o si ha estado expuesto a algún tóxico, cómo puede ser la cebolla (algo que ocurre bastante habitualmente).

En cuanto a las pruebas, por un lado, haremos los test ELISA o PCR necesarios para encontrar enfermedades infecciosas, acorde a si estamos tratando con perros o gatos. También haremos pruebas de diagnóstico por imagen, para buscar posibles neoplasias, o pancreatitis, por ejemplo.

Cómo tratar la anemia hemolítica inmunomediada

En los casos en los que la anemia hemolítica inmunomediada sea secundaria, el tratamiento consistirá en eliminar esa enfermedad subyacente.

En adición a lo anterior, y también en AHIM primarias, también habrá que realizar transfusiones sanguíneas, una inmunosupresión adecuada, y un tratamiento de fluidoterapia.

Normalmente, la decisión de hacer una transfusión sanguínea, suele considerarse cuando el hematocrito está por debajo del 10-15%. En estos casos, también hay que tener en cuenta si el paciente presenta signos como taquicardia, aumento frecuencia respiratoria, debilidad o hipoxia. 

La oxigenoterapia no suele dar resultados relevantes en el tratamiento de este tipo de anemias.

En cuanto al tratamiento inmunosupresor, es necesario en todos los pacientes con AHIM. Su objetivo en estos casos es la eliminación de la hemólisis.

Si hablamos de la fluidoterapia, se utiliza para garantizar la perfusión de los tejidos y corregir el desequilibrio ácido-base. 

Cómo vemos, la anemia hemolítica inmunomediada no es ni fácil de diagnosticar, ni fácil de tratar. En la mayoría de pacientes, la AHIM, tiene un pronóstico reservado.

Así que, cuando más aprendamos sobre esta enfermedad, y más estudios científicos se realicen, ¡mucho mejor para nuestros pequeños pacientes!

Fuentes y estudios interesantes y utilizados

Desiré Huerga

Desiré es licenciada en física por la Universidad del País Vasco y ATV. Uniendo estas dos pasiones, ha realizado varios cursos de especialización sobre diagnóstico por imagen, haciendo internados en hospitales. Además, se enamoró del quirófano desde el primer día que entró en uno. Le encanta la divulgación, y piensa que la formación continúa y la información veraz es imprescindible para esta profesión.

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