El síndrome urológico felino (SUF), también denominado enfermedad del tracto urinario inferior felino (ETUIF), es una urgencia común en la clínica de gatos. Se caracteriza por la presencia de signos urinarios como disuria, hematuria, polaquiuria o incluso obstrucción completa de la uretra.
Un diagnóstico rápido y sistemático es fundamental para iniciar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones graves como la ruptura vesical o la uremia.
¿Qué es el síndrome urológico felino?
El SUF no es una única enfermedad, sino un conjunto de signos clínicos asociados a patologías del tracto urinario inferior. Puede deberse a causas obstructivas (como tapones uretrales o urolitos) o no obstructivas (como cistitis idiopática felina).
La gravedad varía desde casos leves de hematuria autolimitada hasta obstrucciones uretrales completas, que constituyen una urgencia vital.
Signos clínicos de alarma
El tutor suele detectar cambios de conducta asociados a la micción. Reconocer estos signos es esencial para acelerar el diagnóstico.
Los más frecuentes incluyen:
- Micciones frecuentes pero escasas (polaquiuria).
- Esfuerzos repetidos en la bandeja sin éxito.
- Vocalización dolorosa al orinar.
- Presencia de sangre en la orina o en la arena.
- Lamerse excesivo de la zona genital.
- Anorexia, letargia y vómitos en fases avanzadas.
En gatos machos, la obstrucción uretral completa puede evolucionar a shock y muerte en menos de 48 horas.
Historia clínica y exploración física
Un abordaje rápido comienza con la recogida de datos clínicos básicos y la exploración física orientada.
Aspectos a valorar en la anamnesis:
- Tiempo de evolución de los signos.
- Tipo de dieta (seca, húmeda, casera, etc).
- Episodios previos de problemas urinarios.
- Nivel de estrés ambiental o cambios recientes en el hogar.
Exploración física clave:
- Palpación vesical:
- Vejiga grande, dura y dolorosa sugiere obstrucción.
- Vejiga pequeña y dolorosa puede indicar cistitis no obstructiva.
- Vejiga grande, dura y dolorosa sugiere obstrucción.
- Estado general: nivel de conciencia, hidratación, mucosas.
- Presencia de bradicardia, que puede indicar hipercalemia grave.
Pruebas diagnósticas rápidas
El diagnóstico del SUF debe realizarse de forma ágil en la clínica, priorizando la identificación de obstrucciones.
Pruebas inmediatas:
- Urianálisis: sedimento urinario, densidad, cristales, hematuria.
- Bioquímica sanguínea: urea, creatinina, electrolitos (potasio).
- Electrocardiograma: útil en gatos con bradicardia o arritmias por hipercaliemia.
- Radiografía abdominal: detección de urolitos radiopacos.
- Ecografía abdominal: valoración de la vejiga, uretra proximal y presencia de cristales o masas.
En casos graves, el diagnóstico se establece en paralelo al inicio del tratamiento de urgencia.
Diagnóstico diferencial
El SUF puede deberse a múltiples causas, que deben distinguirse para un tratamiento eficaz:
- Cistitis idiopática felina: la más frecuente, especialmente en gatos jóvenes y estresados.
- Tapones uretrales: combinación de moco, células y cristales.
- Urolitiasis: cálculos que obstruyen la uretra o irritan la vejiga.
- Neoplasias vesicales o uretrales: menos comunes.
- Infecciones bacterianas: más frecuentes en gatos mayores o con enfermedades sistémicas.
El diagnóstico diferencial depende de la edad, el historial clínico y los resultados de las pruebas iniciales.
Tabla resumen: protocolo diagnóstico rápido en SUF
Paso | Prueba / Acción | Objetivo principal |
1. Historia clínica | Dieta, episodios previos, estrés | Identificar factores predisponentes |
2. Exploración física | Palpación vesical, estado general | Detección de obstrucción |
3. Urianálisis | Sedimento, cristales, hematuria | Confirmar inflamación o cristales |
4. Bioquímica | Urea, creatinina, electrolitos | Evaluar función renal y riesgo de hipercaliemia |
5. Imagen | Rx/eco abdominal | Identificar urolitos o masas |
Conclusión
El síndrome urológico felino es una urgencia frecuente en la clínica felina. El diagnóstico rápido debe centrarse en confirmar la presencia o no de obstrucción uretral, estabilizar al paciente y orientar la causa subyacente.
La comunicación con el tutor es fundamental para explicar la gravedad del cuadro y la necesidad de actuar de inmediato, especialmente en gatos machos con obstrucción completa, donde cada hora cuenta para la supervivencia.
Referencias científicas
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