Cuando un gato comienza a perder peso de forma progresiva y sin causa aparente, es señal de que algo importante está ocurriendo a nivel sistémico. En muchas ocasiones, el tutor no consulta hasta que el animal ha adelgazado de forma significativa, ya que el proceso suele ser lento y el apetito puede mantenerse.
Veamos cómo enfocar este signo clínico desde la consulta general, con un protocolo básico que nos permita orientar el diagnóstico de forma ordenada y eficiente.
Qué considerar antes de iniciar pruebas diagnósticas
Lo primero que hay que tener claro es que la pérdida de peso no siempre está relacionada con una reducción en la ingesta. En muchos gatos, especialmente mayores, el apetito se conserva o incluso aumenta. Por eso, el enfoque debe diferenciar entre:
- Pérdida de peso con apetito conservado o aumentado
- Pérdida de peso con hiporexia o anorexia
Este detalle, junto con la edad, los signos clínicos acompañantes y la historia médica, nos permite establecer una primera hipótesis clínica.
Además, conviene tener en cuenta factores como:
- Acceso al exterior (riesgo de enfermedades infecciosas)
- Tratamientos previos (corticoides, antibióticos, desparasitaciones)
- Alimentación (tipo de dieta, cantidad, frecuencia)
- Estado vacunal y control antiparasitario
En nuestra experiencia, los gatos con pérdida de peso progresiva y apetito normal suelen tener patologías endocrinas o digestivas crónicas, mientras que la pérdida de peso con hiporexia apunta más hacia enfermedad renal, hepática o neoplasia.
Evaluación clínica inicial
Veamos ahora qué debemos observar en la consulta física antes de plantear pruebas:
Exploración general
- Condición corporal (escala 1–9): buscar pérdida muscular y grasa subcutánea
- Hidratación, temperatura y estado de mucosas
- Auscultación cardiopulmonar
- Palpación abdominal: tamaño de órganos, dolor, masas, asas intestinales
- Glándula tiroides: palpar zona cervical (frecuentemente aumentada en hipertiroidismo)
- Exploración oral: muy importante en gatos con disfagia, úlceras, enfermedad periodontal
Entrevista al tutor
Es clave obtener detalles como:
- ¿Cuánto tiempo lleva perdiendo peso?
- ¿Come igual, más o menos que antes?
- ¿Hace heces normales?
- ¿Vómitos o diarrea? ¿De qué frecuencia y aspecto?
- ¿Bebe más? ¿Orina más?
- ¿Actividad normal o ha disminuido?
Cuanto más precisa sea esta información, más certera será nuestra selección de pruebas.
Protocolo básico de diagnóstico
Vamos a ver un enfoque escalonado que se puede aplicar en la mayoría de clínicas generales.
1. Hemograma, bioquímica y urianálisis
Es el primer paso. Nos permite detectar:
- Insuficiencia renal crónica
- Hipertiroidismo (indicios indirectos si T4 no está incluida)
- Diabetes mellitus
- Alteraciones hepáticas
- Anemia, leucocitosis o pancitopenia (infecciosas, medulares)
Siempre que se sospeche enfermedad sistémica, añadimos T4 total en gatos mayores de 7 años y glucosa/SDMA como mínimo.
2. Pruebas complementarias específicas según hallazgos
A partir de los resultados iniciales, podemos enfocar pruebas más concretas:
Hallazgo inicial | Prueba recomendada |
T4 elevada o límite superior | Confirmar hipertiroidismo |
Hiperglucemia persistente | Fructosamina para confirmar diabetes |
Urea/creatinina elevadas | Ecografía renal, SDMA, densidad urinaria |
Hepatomegalia o ictericia | Ecografía + ácidos biliares postprandiales |
Hipocolesterolemia, vómitos crónicos | Pruebas de EPI: TLI pancreático |
Hipoproteinemia | PLI, B12, folato, proteinograma (EII o linfoma) |
3. Diagnóstico por imagen
Radiografía abdominal y torácica
- Busca masas, linfadenopatías, pérdida de detalle abdominal, metástasis.
Ecografía abdominal
- Valora intestino, páncreas, ganglios mesentéricos, hígado y riñones.
- Fundamental si se sospecha EII, linfoma intestinal o enfermedad pancreática.
4. Tests infecciosos (FeLV/FIV)
Especialmente recomendados en:
- Gatos jóvenes con adelgazamiento marcado
- Historia de vida en la calle o sin vacunar
- Anemia o inmunosupresión sin causa clara
5. Biopsia digestiva (si hay sospecha fuerte)
En casos crónicos sin diagnóstico concluyente, especialmente si hay alteraciones intestinales en ecografía, se recomienda biopsiar (endoscopia o laparotomía exploratoria).
Diagnósticos diferenciales más frecuentes
Vamos a resumir los principales cuadros que pueden cursar con pérdida de peso crónica en gatos, diferenciando por tipo de apetito:
Apetito | Diagnósticos más probables |
Conservado o aumentado | Hipertiroidismo, diabetes, EPI, enteropatía crónica |
Disminuido o ausente | Insuficiencia renal, linfoma, PIF seca, enfermedad hepática, dolor oral |
Seguimiento y manejo con el tutor
Una vez establecido el diagnóstico, el seguimiento debe contemplar:
- Control del peso semanal o quincenal
- Registro del consumo de alimento
- Monitorización de vómitos, heces y actividad
- Reevaluación analítica periódica (cada 1–3 meses según enfermedad)
- Apoyo nutricional: dieta específica, alimentación asistida si necesario
En casos de EII, hipertiroidismo o EPI, muchos tutores no perciben la mejoría inmediata. Es clave explicar que el control clínico puede tardar varias semanas.
Tabla resumen
Paso diagnóstico | Objetivo principal | Observaciones clínicas clave |
Historia clínica + exploración | Establecer si el apetito está conservado | Palpar tiroides, abdomen, revisar boca |
Analítica general + T4 | Detección de alteraciones sistémicas comunes | Siempre incluir T4 en gatos mayores de 7 años |
Ecografía abdominal | Evaluar intestino, hígado, ganglios | Muy útil en sospechas de EII o linfoma |
Pruebas específicas | TLI, PLI, B12, SDMA, fructosamina, FeLV/FIV | Según resultados analíticos y clínica |
Revisión con tutor | Explicar evolución y plan de seguimiento | Control de peso, ingesta y síntomas asociados |
Conclusión
La pérdida de peso crónica en gatos es un signo de alerta que exige un protocolo de diagnóstico sistemático. No siempre será necesario aplicar todas las pruebas desde el primer momento, pero sí orientar correctamente en función de los datos clínicos iniciales.
Escuchar al tutor, realizar una exploración meticulosa y seleccionar pruebas bien justificadas nos permitirá llegar al diagnóstico con agilidad y mejorar significativamente el pronóstico.
Referencias
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