La dermatitis por contacto es una inflamación de la piel que ocurre cuando un animal entra en contacto con una sustancia irritante o alérgena. En perros y gatos, la dermatitis por contacto puede ser causada por productos químicos, plantas, medicamentos tópicos, o materiales de uso común. Un brote agudo de dermatitis por contacto puede causar picazón severa, inflamación, y malestar significativo. Este artículo proporciona una guía completa sobre cómo tratar un brote agudo de dermatitis por contacto en la clínica veterinaria, incluyendo el diagnóstico, estabilización inicial, tratamiento, y seguimiento del paciente.
¿Qué es la dermatitis por contacto?
La dermatitis por contacto se clasifica en dos tipos principales:
- Dermatitis por contacto irritante: Ocurre cuando una sustancia irritante entra en contacto con la piel, causando daño directo a la barrera cutánea. Los irritantes comunes incluyen productos de limpieza, desinfectantes, ácidos, álcalis, y algunos productos tópicos.
- Dermatitis por contacto alérgica: Es una reacción de hipersensibilidad tipo IV mediada por células, que ocurre cuando un alérgeno entra en contacto con la piel y desencadena una respuesta inmunitaria. Los alérgenos comunes incluyen algunas plantas (por ejemplo, hiedra venenosa), productos químicos, y materiales sintéticos.
Signos clínicos de dermatitis por contacto
Los signos clínicos de dermatitis por contacto pueden variar dependiendo de la causa y la severidad de la exposición, pero generalmente incluyen:
- Eritema (enrojecimiento de la piel)
- Edema (hinchazón)
- Prurito (picazón intensa)
- Pápulas, vesículas o ampollas
- Descarga serosa o formación de costras
- Alopecia localizada debido a rascado o lamido excesivo
- Dolor o sensibilidad en las áreas afectadas
Las lesiones suelen aparecer en áreas de contacto directo, como las patas, la cara, el abdomen, y la región inguinal.
Evaluación inicial del paciente con dermatitis por contacto
Historia clínica y examen físico
a. Historia clínica
- Identificación del irritante o alérgeno: Preguntar al propietario sobre posibles exposiciones recientes a productos químicos, plantas, materiales nuevos (alfombras, collares), o tratamientos tópicos.
- Síntomas concurrentes: Preguntar sobre otros signos clínicos, como vómitos o diarrea, que puedan indicar una reacción sistémica.
- Duración y evolución: Indagar sobre la duración de los signos y si han empeorado o mejorado con el tiempo.
b. Examen físico
- Evaluación de la piel: Realizar un examen dermatológico detallado, observando el patrón de distribución de las lesiones, el grado de inflamación, la presencia de costras, pústulas, vesículas, y áreas de alopecia.
- Evaluación de los signos sistémicos: Revisar signos vitales como temperatura, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria, y estado general del paciente para detectar cualquier signo de complicación sistémica.
Diagnóstico diferencial
La dermatitis por contacto debe diferenciarse de otras condiciones dermatológicas con signos similares, como:
- Dermatitis atópica
- Pioderma superficial
- Dermatitis alérgica a las pulgas
- Reacciones adversas a medicamentos tópicos
- Dermatofitosis
Pruebas diagnósticas
- Citología cutánea: Tomar muestras de las lesiones cutáneas para identificar infecciones secundarias (bacterianas o fúngicas).
- Raspados de piel: Para descartar ectoparásitos como ácaros.
- Pruebas de parche (Patch test): Para confirmar el diagnóstico de dermatitis por contacto alérgica, aunque rara vez se utiliza en la práctica veterinaria.
Tratamiento de emergencia para dermatitis por contacto en la clínica
Estabilización inicial del paciente
a. Retiro del agente causal
- Baño inmediato: Lavar al paciente con agua tibia y un champú hipoalergénico o con avena para eliminar cualquier residuo del irritante o alérgeno de la piel. Evitar el uso de productos agresivos que puedan empeorar la irritación.
- Uso de guantes y protección adecuada: El personal debe usar guantes durante el manejo para evitar la exposición a agentes potencialmente irritantes o alérgenos.
b. Control del prurito y la inflamación
- Corticosteroides sistémicos: Son efectivos para reducir la inflamación y el prurito asociado con la dermatitis por contacto.
- Prednisolona: 0.5-1 mg/kg por vía oral cada 12-24 horas durante 5-7 días, luego reducir gradualmente la dosis según la respuesta clínica.
- Dexametasona: 0.1 mg/kg IM o IV para casos severos de inflamación aguda.
- Antihistamínicos: Pueden ser útiles para controlar el prurito leve a moderado.
- Difenhidramina: 2-4 mg/kg por vía oral cada 8 horas.
- Clorfeniramina: 0.5 mg/kg por vía oral cada 8-12 horas.
c. Manejo del dolor y el malestar
- Analgésicos: Pueden ser necesarios para controlar el dolor asociado con la inflamación severa.
- Tramadol: 2-4 mg/kg por vía oral cada 8-12 horas.
- Gabapentina: 5-10 mg/kg por vía oral cada 8-12 horas en casos de dolor neuropático.
Tratamiento de soporte adicional
a. Antiinfecciosos tópicos o sistémicos
- Antibióticos tópicos o sistémicos: Si hay evidencia de infección secundaria (pioderma) por rascado o autotraumatismo.
- Clindamicina: 5-10 mg/kg por vía oral cada 12 horas.
- Cefalexina: 20-30 mg/kg por vía oral cada 12 horas.
b. Tratamiento tópico de la piel
- Corticosteroides tópicos: Cremas o lociones con hidrocortisona al 1% pueden ser útiles en casos leves para reducir la inflamación local sin los efectos secundarios sistémicos.
- Agentes emolientes y barrera protectora: Cremas o pomadas de avena coloidal, óxido de zinc, o alantoína para proteger la piel y promover la cicatrización.
Monitorización y manejo a largo plazo
a. Educación al propietario y prevención
- Evitar la reexposición: Identificar y eliminar el agente causal del entorno del animal para prevenir futuros episodios.
- Educación sobre los productos químicos seguros: Recomendar el uso de productos de limpieza, detergentes y champús hipoalergénicos que sean seguros para mascotas.
- Control ambiental: Mantener el entorno libre de plantas, materiales o productos químicos que puedan causar dermatitis por contacto.
b. Seguimiento y reevaluación
- Reevaluación clínica: Programar visitas de seguimiento para monitorear la respuesta al tratamiento y ajustar la terapia según sea necesario.
- Manejo continuo del prurito: Considerar la posibilidad de mantener una dosis baja de antihistamínicos o corticosteroides tópicos si el prurito persiste.
Conclusión
El manejo de un brote agudo de dermatitis por contacto en la clínica veterinaria requiere una identificación rápida del agente causal, una descontaminación adecuada y un tratamiento efectivo para controlar la inflamación y el prurito. Un enfoque integral que incluya tanto terapias tópicas como sistémicas, junto con la educación del propietario sobre la prevención de la reexposición, es fundamental para mejorar el pronóstico del paciente y prevenir futuros episodios. Mantenerse actualizado sobre las mejores prácticas y protocolos de manejo es esencial para brindar el mejor cuidado posible en estas situaciones.
Referencias
- Miller WH, Griffin CE, Campbell KL. Muller and Kirk’s Small Animal Dermatology. 7th ed. Elsevier; 2013.
- Scott DW, Miller WH, Griffin CE. Small Animal Dermatology. 6th ed. Elsevier Saunders; 2001.
- Patterson AP, Loft KE. Contact Dermatitis in Dogs and Cats: Causes, Diagnosis, and Therapy. Vet Clin North Am Small Anim Pract. 2006;36(1):59-68.
