Asma felino: Una afección respiratoria en gatos en detalle

El asma felino, también conocido como bronquitis alérgica o enfermedad bronquial felina, es una enfermedad crónica del tracto respiratorio inferior que afecta a gatos de todas las edades y razas. 

Se caracteriza por la inflamación de las vías respiratorias y la constricción de los bronquios, lo que dificulta la respiración y puede provocar episodios agudos de dificultad respiratoria.

Signos clínicos del asma felino

Los signos clínicos del asma felino pueden variar en severidad y frecuencia, pero comúnmente incluyen:

  • Tos crónica, especialmente después de la actividad física o en ambientes con polvo o alérgenos.
  • Dificultad para respirar, que puede manifestarse como respiración rápida y superficial, jadeo o respiración con la boca abierta.
  • Sibilancias audibles al respirar.
  • Respiración abdominal (uso de músculos abdominales para respirar).
  • Letargia y disminución del apetito en casos graves.
  • Postura encorvada mientras respira, con el cuello extendido hacia adelante.

Diagnóstico del asma felino

El diagnóstico del asma felino se basa en la historia clínica del gato, los signos clínicos observados y una serie de pruebas diagnósticas, que pueden incluir:

  • Radiografías torácicas para evaluar la presencia de inflamación pulmonar y cambios en los tejidos.
  • Análisis de sangre para descartar otras condiciones y evaluar la respuesta inflamatoria.
  • Citología del lavado broncoalveolar para detectar células inflamatorias en las vías respiratorias.
  • Prueba de respuesta al tratamiento con broncodilatadores para evaluar la reversibilidad de los síntomas.

Tratamiento y manejo del asma felino

El tratamiento del asma felino tiene como objetivo principal controlar la inflamación y mejorar la función respiratoria del gato. Se pueden utilizar varios enfoques terapéuticos. 

En el tratamiento, el uso adecuado de medicamentos es esencial para mejorar la calidad de vida del gato afectado. A continuación, detallamos las dosis recomendadas de los fármacos mencionados:

Corticosteroides inhalados:

  • Fluticasona (Flovent): La dosis habitual es de 110 mcg (dos inhalaciones) administradas dos veces al día durante las primeras semanas. Posteriormente, la dosis se puede reducir a una inhalación dos veces al día. La administración se realiza utilizando un dispositivo de inhalación específico para gatos, como un inhalador de espacio o una máscara de inhalación.
  • Budesonida (Pulmicort): La dosis recomendada es de 200-400 mcg (dos inhalaciones) dos veces al día durante las primeras semanas. Posteriormente, la dosis se puede reducir a una inhalación dos veces al día. Al igual que con la fluticasona, se administra mediante un dispositivo de inhalación adecuado.

Broncodilatadores

  • Salbutamol (Ventolin): La dosis habitual es de 90 mcg (una inhalación) administrada dos veces al día según sea necesario para aliviar la dificultad respiratoria. Se puede administrar utilizando un inhalador de espacio o una máscara de inhalación. Es importante tener precaución, ya que el salbutamol puede tener efectos secundarios si se administra en dosis elevadas.
  • Terbutalina (Bricanyl): La dosis recomendada es de 0.02-0.06 mg/kg administrada por vía oral cada 6-8 horas según sea necesario para aliviar los síntomas de dificultad respiratoria. Se puede utilizar en forma de tabletas o solución oral, y la dosis exacta dependerá del peso corporal del gato y la gravedad de los síntomas.

Además, no debemos olvidarnos de la terapia de mantenimiento: Se puede recomendar una terapia de mantenimiento a largo plazo con corticosteroides orales o inhalados, así como cambios en el entorno del gato para reducir la exposición a alérgenos y desencadenantes ambientales.

Por otro lado, algunos suplementos dietéticos, como los ácidos grasos omega-3, pueden tener propiedades antiinflamatorias y ayudar a reducir la frecuencia y gravedad de los ataques de asma.

Prevención del asma felino y consejos

Si bien el asma felino no se puede prevenir por completo, existen algunas medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollo y controlar los síntomas:

  • Mantener un ambiente interior limpio y libre de alérgenos, como polvo, humo y productos químicos.
  • Evitar el humo del tabaco y otros irritantes ambientales.
  • Utilizar cajas de arena sin polvo y cambiarlas regularmente.
  • Proporcionar una dieta equilibrada y controlar el peso corporal del gato.
  • Mantener al gato al día con sus vacunas y visitas regulares al veterinario para detectar y tratar cualquier problema respiratorio temprano.

Referencias y fuentes

  • American Association of Feline Practitioners (AAFP). (2016). Feline Asthma: Beyond the Steroids. Consultado en línea en link.
  • Veterinary Information Network (VIN). (2020). Feline Lower Airway Disease (FLAD). Consultado en línea en link.

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Desiré Huerga

Desiré es licenciada en física por la Universidad del País Vasco y ATV. Uniendo estas dos pasiones, ha realizado varios cursos de especialización sobre diagnóstico por imagen, haciendo internados en hospitales. Además, se enamoró del quirófano desde el primer día que entró en uno. Le encanta la divulgación, y piensa que la formación continúa y la información veraz es imprescindible para esta profesión.

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