Las transfusiones sanguíneas salvan vidas. Si bien este procedimiento es bastante utilizado en medicina humana, en veterinaria surgen dudas de cuándo es el momento ideal para una transfusión.
Para poder transfusiones sanguíneas de forma más habitual para beneficio de nuestros pacientes se necesitan dos cosas:
- Más bancos de sangre y más concienciación de las familias para que donen sangre de sus animales
- Más conocimientos acerca del procedimiento dentro de la clínica
¡Y en esta segunda parte te queremos ayudar! Así que sigue leyendo para aprender todo lo que deberías saber acerca de las transfusiones sanguíneas.
¡Pero antes de empezar! Queremos decirte que si te apetece aprender todo este conocimiento mediante un vídeo, te dejamos estos 3 vídeos de nuestro canal en YouTube:
- Grupos sanguíneos en perro y gato y transfusiones sanguíneas
- Cómo preparar y realizar transfusiones sanguíneas en Veterinaria
- Cómo monitorizar y detectar reacciones transfusionales adversas en una transfusión
Conceptos básicos de las transfusiones sanguíneas
Para poder entender el porqué de la importancia de las transfusiones sanguíneas, es necesario empezar por el principio. ¿Qué funciones tiene la sangre?
- Transporte de sustancias: transporta gases (O2 y CO2), sustancias de excreción, nutrientes y hormonas
- Homeostasis: regula la temperatura, la PAS, la presión osmótica, los iones, el agua, etc
- Controla la pérdida de sangre
- Defensa: frente a patógenos externos
También es importante tener claro los componentes de la sangre. A grandes rasgos, los podemos dividir en dos grupos: el plasma y las células sanguíneas:
- Plasma: se compone de diferentes compuestos inorgánicos (cationes e iones), y proteínas plasmática (la más importante es la albúmina)
- Células: en las que tenemos las células de la serie blanca, la serie roja y las plaquetas
¿Dónde se crean estas células sanguíneas? En este caso tenemos que hablar del proceso denominado hematopoyesis. La hematopoyesis es un proceso que ocurre en la médula ósea, y es el proceso de formación, diferenciación, y desarrollo de los componentes celulares de la sangre.
El hígado y el bazo también mantienen una capacidad residual para la producción de estas células. Esto cobra especial relevancia en situaciones patológicas. A este proceso se le denomina hematopoyesis extramedular.
Otro punto a destacar y muy importante en las transfusiones sanguíneas, es entender los diferentes grupos sanguíneos, así como las definiciones de anticuerpos y antígenos.
Grupos sanguíneos: anticuerpos y antígenos
Vamos a empezar con este apartado dando algunas definiciones:
- Antígenos: Cualquier sustancia extraña al organismo que provoca una respuesta del sistema inmunológico, ya sea por sí misma o por unirse a una molécula de mayor tamaño, como una proteína.
- Anticuerpos: Proteínas que forman parte del sistema inmunológico y circulan por la sangre. Su función es la identificación y neutralización de elementos extraños como virus o bacterias.
Entre estas dos estructuras existe lo que se llama la reacción antígeno-anticuerpo, siendo esta una respuesta inmunitaria del organismo.
Es importante tener en cuenta esta reacción a la hora de hacer transfusiones sanguíneas, ya que para ello tenemos que tener en cuenta los grupos sanguíneos:
- Grupos sanguíneos de perros: son 13 grupos sanguíneos denominados DEA. Entre ellos, el donante universal es el DEA 1.1 negativo. No presentan aloanticuerpos ante otros grupos sanguíneos en primera transfusión
- Grupos sanguíneos de gatos: 3 grupos sanguíneos (A,B,AB). El más común es el grupo A. En este caso, existen aloanticuerpos naturales frente a otros grupos sanguíneos
¿Qué se debe tener en cuenta para una transfusión sanguínea?
Las transfusiones sanguíneas están indicadas bajo determinadas circunstancias. Las más comunes son:
- Anemia
- Coagulopatía
- Trombocitopenia
- Hipoalbuminemia
Algunas de las urgencias más comunes que requieren transfusión sanguínea son:
- Hemoabdomen
- Dilatación-torsión gástrica (cuando el bazo está afectado)
- Politraumatismos
- Intoxicación, por ejemplo, con rodenticidas
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Para hablar del procedimiento a utilizar, primero tenemos que decidir que hemoderivado vamos a utilizar en cada caso. En la actualidad, disponemos de 5 diferentes:
- Sangre entera
- Concentrado de eritrocitos
- Plasma entero congelado
- Concentrado de plaquetas
- Albúmina
En todos los casos, la administración previa de antihistamínicos, corticoides o antipiréticos no reduce el riesgo de reacción.
Una vez que haya terminado el procedimiento, arrastrar los restos de hemoderivado que queden en el sistema o alargador con suero fisiológico
Transfusión de sangre entera
La sangre entera se utiliza para restablecer la volemia, en casos de anemia, con sangrado activo o en alteraciones hemostáticas. Es necesario un donante.
La transfusión de 2 ml/kg de sangre entera aumenta 1% el valor de Hematocrito
Concentrado de eritrocitos
Se utiliza este tipo de transfusión cuando hay anemia crónica o aguda con normovolemia, previo a cirugías, y para aumentar el transporte de oxígeno en el paciente. Este concentrado se obtiene tras la centrifugación de la sangre entera a 4-5 ºC y posterior separación del sobrenadante.
Puede almacenarse hasta 42 días, pero es necesario un control de hemólisis tras 28 días de almacenamiento.
La transfusión de 1 ml/kg de concentrado de eritrocitos aumenta 1% el valor de Hematocrito.
¿Cómo se administra este hemoderivado?
- Se atempera a temperatura ambiente
- Administramos por vía intravenosa con un catéter de gran calibre en menos de 24 horas
- Durante el procedimiento, no se administra ni comida ni medicamentos
- Importante administrarlo con sistema de filtro, no utilizar la bomba de infusión
Plasma fresco congelado
Se utiliza en casos de CID (coagulación intravascular diseminada), insuficiencia hepática, coagulopatías, enfermedad de Von Willebrand, pancreatitis y parvovirus.
El plasma fresco congelado es el sobrenadante que queda tras la centrifugación de la sangre completa si se congela antes de las 6 horas tras la obtención a una temperatura de -20ºC.
¿Y cómo administramos este hemoderivado?
- Atemperamos al baño maría durante 10-20 minutos hasta conseguir una temperatura de entre 30º-35ºc, nunca más alta
- Se administra de forma intravenosa en menos de 24 horas con una catéter de gran calibre
- Durante la transfusión, no se administran medicamentos ni comida
- Utilizar con un sistema de filtro. En este caso, Sí se puede utilizar la bomba de infusión
Concentrado de plaquetas
Lo primero que tenemos que saber es que no es un hemoderivado muy utilizado en veterinaria, ya que es difícil conseguir volúmenes altos. Además, también es complicado de conservar. Se indica en casos de anemias por hemorragia secundaria a trombocitopenia.
La forma de administración es igual a los anteriores hemoderivados. En este caso, no se utilizan tampoco las bombas de infusión.
Albúmina
Aunque existen diferentes tipos de albúmina para realizar transfusiones, siendo la más utilizada la humana. Como su nombre indica, se utiliza para aumentar los niveles de albúmina en sangre.
Se administra en CRI, a 2 ml/kg durante 2 horas seguido de 0.1-0.2 ml/kg/h durante 10 horas. En este caso, no es necesario atemperar ya que no se almacena en frío. También se utiliza un catéter de gran calibre.
¡Mucho cuidado! Están descritas reacciones graves de hipersensibilidad aguda y retardada Se elaboran anticuerpos tras la primera transfusión.
Tipificación y compatibilidad cruzada
Cómo ya hemos comentado, es importante tener en cuenta que la transfusión de un grupo sanguíneo diferente puede causar efectos adversos. Por eso es importante tipificar el grupo sanguíneo.
Tanto en perros como en gatos, existen test rápidos que se utilizan antes de una transfusión. Los perros no presentan aloanticuerpos al nacer, pero aun así, es recomendable tipificar la sangre ante una primera transfusión. Y siempre, después de la primera.
Los gatos en cambio, sí presentan aloanticuerpos de nacimiento. Por lo que SIEMPRE habrá que tipificar antes de realizar cualquier transfusión.
También existe la prueba rápida de compatibilidad cruzada, o cross matching. De la misma forma, en perros es recomendable, pero en gatos es obligatorio. ¿En qué consiste? Determina si donante y receptor son compatibles.
Monitorización
Ya hemos realizado la transfusión con el hemoderivado conveniente para nuestro paciente. ¿Y ahora qué? El proceso no se ha terminado, ya que la monitorización es muy importante.
¿Tienes claro qué monitorizar o cómo identificar una reacción adversa transfusional? Saber qué reacciones adversas se pueden producir en una transfusión te hará ir un paso por delante en caso de Urgencia.
¿Qué parámetros tenemos en cuenta para ello?
- Actitud: el paciente puede estar alerta, decaído, estuporoso o comatoso. Es importante evaluar la actitud fuera de la hospitalización al ser posible
- Temperatura: debe mantenerse en perros entre 37,5-39,2 ºC, y en gatos entre 38-39,2 ºC
- Frecuencia cardíaca: en gatos descompensados encontramos bradicardia, y en perros descompensados, taquicardia
- Frecuencia respiratoria
- Tiempo de relleno capilar: en condiciones normales, entre 1 y 2 segundos
- Pulso: lo ideal, que cumpla FRISS (fuerte, regular, igual, simétrico y sincrónico)
- Presión arterial: medir PAS, PAM y PAD
En este proceso de monitorización es cuando podemos observar las reacciones adversas a la transfusión.
Reacciones transfusionales
Entre las reacciones, podemos diferenciar dos grandes bloques: las reacciones inmunomediadas y las no inmunomediadas.
Reacciones transfusionales inmunomediadas
Entre las reacciones inmunomediadas también podemos realizar subgrupos:
- Inmunomediada febril no hemolítica: es la más común, leve y autolimitante. En estos casos, la temperatura corporal aumenta un grado durante la transfusión. No hay que hacer nada extra, simplemente seguir monitorizando
- Inmunomediada hemolítica aguda: es la hipersensibilidad antígeno-anticuerpo, y podemos prevenirla haciendo una buena tipificación y compatibilidad cruzada. Se observan vómitos y diarreas, hemoglobinuria, shock, etc. En estos casos paramos la transfusión, y resucitamos con fluidoterapia y/u oxigenoterapia, dependiendo del paciente
- Inmunomediada alérgica: suelen ser leves o severas y se dan al momento. Se observa angioedema, urticaria o eritemas. Si observamos esto, paramos la transfusión y tratamos con antihistamínicos
- Inmunomediada hemolítica tardía: ocurren entre las 24 horas y los 4 días post-transfusión. Se están destruyendo los glóbulos rojos transfundidos y a veces se observa ictericia.
Reacciones transfusionales no inmunomediadas
Este tipo de reacciones hacen referencia al hemoderivado transfundido. También podemos hablar de diferentes categorías
- Hemólisis: puede ocurrir antes o durante la transfusión por diversas causas (mal almacenamiento, mal transporte, etc)
- Por sobrecarga de fluidos: los hemoderivados son coloides, por lo que para evitar esta reacción tenemos que administrarlos en volumen y velocidad adecuada. Si existe reacción, se observa, disnea, taquipnea, hipoxia y/o cianosis
- Hipocalcemia: esto puede ocurrir porque los hemoderivados se almacenan en anticoagulantes, como el citrato. El citrato se metaboliza en bicarbonato en el hígado. Podemos ver debilidad, convulsiones, o arritmias, entre otros signos. El tratamiento es con gluconato cálcico en CRI si el calcio ionizado < 1 mmol/L
- Contaminación bacteriana: puede ser por diferentes causas. Para prevenirlo, observaremos bien las bolsas de sangre antes de transfundir. Ante cualquier sospecha, mejor no realizar la transfusión. Si nos damos cuenta una vez transfundida, haremos un hemocultivo.
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