Ataxia en perros: causas, diagnóstico y tratamiento

La ataxia en perros es un trastorno neurológico que afecta la coordinación y el equilibrio del animal. Este término clínico se utiliza para describir una falta de control en los movimientos, que puede manifestarse en diferentes formas, dependiendo de la parte del sistema nervioso afectada. 

La ataxia no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de problemas subyacentes que pueden ir desde lesiones físicas hasta enfermedades metabólicas o infecciosas. 

Tomando todo esto como base, vamos a ver cuáles son las causas principales de la ataxia en perros, los métodos de diagnóstico y las opciones de tratamiento disponibles para manejar esta condición. ¡Vamos a ello!

¿Qué es la ataxia en perros?

El término ataxia proviene del griego y significa “desorden”. En los perros, se refiere a la pérdida de coordinación muscular y equilibrio. La ataxia puede clasificarse en tres tipos principales, dependiendo del origen del problema:

1. Ataxia cerebelosa: Ocurre cuando el cerebelo, que controla el equilibrio y la coordinación, está afectado.
2. Ataxia vestibular: Relacionada con el sistema vestibular, encargado del equilibrio, que incluye el oído interno y las conexiones cerebrales asociadas.
3. Ataxia sensorial (o propioceptiva): Se produce por daños en los nervios periféricos, la médula espinal o el cerebro, lo que afecta la capacidad del perro para percibir la posición de su cuerpo en el espacio.

Principales causas de la ataxia en perros

Detrás de la ataxia pueden haber múltiples causas que incluyen:

1. Trastornos neurológicos

• Lesiones en la médula espinal: Traumatismos, discos intervertebrales herniados o compresión espinal pueden afectar la propiocepción y causar ataxia.
• Enfermedades cerebelosas: Tumores, infecciones o malformaciones congénitas pueden dañar el cerebelo.
• Síndrome vestibular: Puede ser periférico (afectando el oído interno) o central (daño en el cerebro).

2. Infecciones y enfermedades inflamatorias

• Meningitis o encefalitis: Inflamaciones en el sistema nervioso central pueden alterar el equilibrio y la coordinación.
• Infecciones por parásitos o bacterias: Enfermedades como la ehrlichiosis, la neosporosis o la toxoplasmosis pueden provocar ataxia como síntoma secundario.

3. Intoxicaciones

• Ingestión de sustancias tóxicas: Algunos productos químicos, medicamentos o plantas tóxicas pueden causar daño neurológico temporal o permanente, manifestándose como ataxia.

4. Problemas metabólicos

• Hipoglucemia: Una disminución brusca de los niveles de azúcar en sangre puede alterar la función cerebral y provocar ataxia.
• Enfermedades hepáticas: La encefalopatía hepática, causada por un hígado incapaz de filtrar toxinas, puede afectar el sistema nervioso y provocar ataxia.

5. Causas congénitas o hereditarias

Algunas razas tienen predisposición genética a desarrollar ataxia, como el Cocker Spaniel, el Jack Russell Terrier y el Boxer, donde se han identificado mutaciones genéticas específicas que causan este problema.

Signos clínicos de la ataxia en perros

Los signos clínicos de la ataxia pueden variar según el tipo y la causa subyacente. Entre los más comunes se incluyen:

• Dificultad para caminar en línea recta.
• Movimientos torpes o descoordinados.
• Tambaleos o caídas frecuentes.
• Cabeza inclinada hacia un lado.
• Movimientos oculares anormales (nistagmo).
• Debilidad en las extremidades.
• Cambios de comportamiento, como desorientación o letargo.

Cómo diagnosticar la ataxia en perros

El diagnóstico de la ataxia requiere un enfoque clínico integral para identificar la causa subyacente y determinar el tratamiento adecuado.

1. Anamnesis

La historia clínica es fundamental para entender el contexto en el que apareció la ataxia. Es importante conocer:

• Cuándo comenzaron los síntomas.
• Si hubo traumas recientes o exposición a toxinas.
• Cambios en el comportamiento o la dieta.

2. Examen físico y neurológico

• Observación del movimiento: El veterinario evaluará cómo camina y se mueve el perro para identificar el tipo de ataxia.
• Reflejos neurológicos: Se revisan los reflejos espinales y la respuesta a estímulos para localizar la lesión.
• Examen del oído: En casos de ataxia vestibular, se evalúa el oído interno para detectar infecciones o inflamaciones.

3. Pruebas complementarias

• Imágenes de diagnóstico: Radiografías, tomografía computarizada (TAC) o resonancia magnética (RM) ayudan a identificar lesiones en la médula espinal o el cerebro.
• Análisis de sangre y orina: Detectan alteraciones metabólicas, infecciones o intoxicaciones.
• Punción lumbar: Permite obtener líquido cefalorraquídeo para analizar infecciones o inflamaciones del sistema nervioso central.
• Pruebas genéticas: Indicadas en razas con predisposición hereditaria.

Tratamiento de la ataxia en perros

El tratamiento dependerá de la causa subyacente de la ataxia y puede variar desde manejo médico hasta intervenciones quirúrgicas.

Opciones de tratamiento

Causa	Tratamiento recomendado	Dosis	Vía de administración	Duración
Infecciones bacterianas	Doxiciclina	5-10 mg/kg cada 12 horas	Oral	2-4 semanas
Inflamación cerebral	Prednisona	0,5-1 mg/kg cada 24 horas	Oral	7-14 días (reducción gradual)
Intoxicación	Carbón activado	1-2 g/kg como dosis inicial	Oral	Según necesidad
Enfermedades vestibulares	Maropitant	1 mg/kg cada 24 horas	Subcutánea	3-5 días
Hipoglucemia	Glucosa al 5%	1 ml/kg por hora	Intravenosa	Hasta estabilización

Cuidados adicionales

• Rehabilitación física: En casos de lesiones neurológicas, la fisioterapia puede ayudar a recuperar el equilibrio y la movilidad.
• Control ambiental: Mantener al perro en un lugar seguro para evitar caídas o lesiones durante los episodios de ataxia.
• Soporte nutricional: Dietas específicas pueden ser necesarias en perros con enfermedades metabólicas o hepáticas.

Razas predispuestas a la ataxia

Algunas razas de perros tienen mayor predisposición a desarrollar ataxia debido a factores genéticos o anatómicos. Entre ellas se encuentran:

• Jack Russell Terrier (ataxia cerebelosa hereditaria).
• Boxer (mielopatía degenerativa).
• Doberman (síndrome de Wobbler).
• Cocker Spaniel (ataxia cerebelosa).

Prevención de la ataxia en perros

Aunque no siempre es posible prevenir la ataxia, hay medidas que pueden reducir el riesgo:

• Evitar el acceso a sustancias tóxicas o peligrosas.
• Realizar chequeos regulares para identificar problemas de salud tempranamente.
• Proporcionar una dieta equilibrada y mantener un peso saludable.
• Evitar traumatismos mediante un entorno seguro, especialmente en razas predispuestas.

Conclusión

La ataxia en perros es un síntoma que no debe tomarse a la ligera, ya que puede ser indicativo de enfermedades graves que requieren atención veterinaria. 

Ante cualquier muestra de signos de descoordinación o pérdida de equilibrio,es importante que las familias sepan que deben acudir a la consulta a un veterinario para realizar una evaluación completa y establecer un plan de manejo personalizado.

Fuentes consultadas

1. Dewey, C. W., & Costa, R. C. (2015). Practical Guide to Canine and Feline Neurology. Wiley-Blackwell.
2. Platt, S. R., & Olby, N. J. (2014). BSAVA Manual of Canine and Feline Neurology. British Small Animal Veterinary Association.
3. Nelson, R. W., & Couto, C. G. (2020). Small Animal Internal Medicine. Elsevier.
4. Bagley, R. S. (2018). “Neurologic gait abnormalities in dogs and cats.” Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice.
5. American College of Veterinary Internal Medicine (ACVIM). (2023). Guidelines for Diagnosis and Management of Neurological Disorders in Dogs.