Valoración del riesgo anestésico en veterinaria

La anestesia es un proceso que puede llegar a ser crítico en nuestros pacientes debido al uso de fármacos que afectan a nivel cardiovascular y respiratorio, por eso hacer una valoración del riesgo anestésico es muy importante. En esta valoración tomará parte todo el equipo veterinario, así que tanto ATVs cómo veterinarios debemos saber muy bien en qué consiste y cómo minimizar ese riesgo.

Pero antes de entrar en detalles sobre esta valoración, es importante que tengamos claro que el riesgo anestésico y el riesgo quirúrgico son conceptos diferentes. Aunque a veces pueden ir unidos, tenemos que ser conscientes que hay procedimientos en los que el riesgo anestésico es alto, y el quirúrgico bajo, y viceversa.

Entonces, ¿en qué consiste la valoración del riesgo anestésico? La “American Society of Anesthesiologists” nos ha proporcionado la clasificación ASA del riesgo anestésico, en la que podemos valorar el riesgo anestésico del paciente en función de su estado físico.

grados de riesgo

Aun así, en veterinaria es recomendable ir un paso más allá y tener en cuenta muchos más factores a la hora de hacer la mejor valoración del riesgo anestésico. ¡Vamos a conocer todos estos factores!

Factores de riesgo anestésico dependientes del paciente

Para empezar con la valoración del riesgo anestésico, comenzaremos poniendo sobre la mesa aquellos que dependen exclusivamente de nuestros pacientes. ¿Sabemos cuáles son?

Factores de riesgo dependientes de la especie

Lo primero que tenemos que tener muy claro como ATVs es que cada especie tiene riesgos anestésicos asociados diferentes. En este caso hablaremos únicamente de pequeños animales (perros y gatos).

Entre los cánidos y los felinos, son los felinos quienes presentan un mayor riesgo anestésico. Y te puedes estar preguntando el por qué de esto. Hay varios motivos, que podemos resumir en:

  • En gatos de difícil manejo, hay que sedarlos antes de hacerles una exploración física exhaustiva y las pertinentes pruebas preanestésicas. Así también evitamos el estrés tan perjudicial para los felinos. Esto hace que a veces se utilicen fármacos que no son los más indicados para el paciente que estamos tratando.
  • Los gatos suelen presentar dificultad a la hora de intubarlos. Por eso a veces se opta por no hacerlo, y en algunos casos cuando se realiza, causamos lesiones al paciente.

Teniendo todo esto en cuenta, aprender a utilizar técnicas de manejo cat friendly puede ayudar a disminuir el riesgo anestésico de los felinos.

Dependientes de la raza

Tanto en perros como en gatos, hay ciertas razas que tienen predisposición, por motivos fisiológicos y genéticos, a tener un mayor riesgo anestésico. Cada raza tiene sus peculiaridades, pero vamos a poner algunos ejemplos. 

Las razas braquicéfalas presentan un riesgo de anestesia más alto por sus características morfológicas. Son pacientes en los que se dificulta la intubación ya que no suele ser fácil ajustar el tubo. Además, suelen tener mayor mucosidad en las vías respiratorias, comparados con otras razas. Esto hace que lo que tengamos que monitorizarlos de forma más exhaustiva asegurando la permeabilidad.

Los animales pequeños, como las razas toy, también tienen un mayor riesgo anestésico, debido a su tamaño.

Los perros de razas gigantes también presentan otro tipo de riesgos anestésicos, ya que tienen tendencia a hipoventilar cuando pasan mucho tiempo en decúbito.

Otro ejemplo son los perros pastores tipo collie, en los que pueden existir alteraciones en el gen MDR1. Esto hace que tengan resistencia a ciertos fármacos, entre ellos, los anestésicos.

Dependientes de la edad

En este punto de la valoración del riesgo anestésico tenemos que mencionar por un lado a los pacientes neonatos y pediátricos, y por el otro, a los geriátricos.

Los pacientes neonatos, aquellos que todavía no han sido destetados, tienen algunos órganos todavía inmaduros. Por lo tanto, presentan bastantes dificultades a la hora de metabolizar algunos fármacos. 

En pacientes pediátricos, desde el destete hasta aproximadamente los 6 meses, la valoración del riesgo anestésico va ligada a la raza. Teniendo en cuenta lo que hemos comentado en el punto anterior, un cachorro de perro raza toy de menos de 1 kg de peso, presenta mayor riesgo que un cachorro de perro de raza gigante de la misma edad.

En el otro extremo tenemos los pacientes geriátricos (perros de más de 8-10 años y gatos mayores de 12 años, aunque depende de la raza). Estos pacientes son más propensos a apneas, hipoxias, hipoventilación, etc. Además, puede tener patologías en hígado o riñón, lo que dificulta el metabolismo de los fármacos, así como un deterioro en el sistema nervioso central (SNC), órganos diana de los fármacos anestésicos.

Dependientes del tamaño

Ya hemos mencionado en puntos anteriores la valoración del riesgo anestésico dependiente del tamaño. Si bien hemos hablado de la raza, los animales mestizos presentan las mismas peculiaridades si tenemos en cuenta su tamaño. 

En los animales de tamaño pequeño hay que tener especial cuidado con el manejo durante todo el procedimiento. Y en cuanto a los animales de tamaño grande o gigante, hay que tener en cuenta que pueden hipoventilar si permanecen durante mucho tiempo en decúbito.

Dependientes del carácter y temperamento

Cuando hemos hablado de los factores de riesgo dependientes de la especie, hemos mencionado que los gatos tienen mayor riesgo, porque por lo general, son más difíciles de manejar.

Pues bien, esto también es aplicable a perros muy nerviosos o que no se dejan manipular. Al igual que en los gatos, para hacer una exploración inicial y pruebas preanestésicas hay que sedarlos. Esto nos lleva al uso de fármacos y dosis que quizás no sean los más adecuados en premedicación anestésica.

Dependientes del índice de condición corporal

El peso es un factor muy importante a la hora de valorar los riesgos anestésicos. Pero aquí no hablamos de edad o de raza, sino del índice de condición corporal. Aquí en los extremos tenemos los animales muy delgados o caquéxicos, y los obesos o muy obesos.

escala corporal animales

Para la anestesia, son de especial preocupación los animales obesos. Son propensos a padecer hipoxia, hipercapnia e hipoventilación mucho más graves. 

Además, en estos pacientes en ocasiones cometemos errores de cálculos. Los parámetros ventilatorios, así como si utilizamos anestesia locorregional, deben estar calculados con el peso ideal del paciente. 

También hay que tener en cuenta que muchos fármacos se acumulan en la grasa, por lo tanto pacientes que no tengan mucha cantidad de grasa en su cuerpo tendrán un efecto más temprano del fármaco. 

Factores de riesgo no dependientes del paciente

Hasta ahora hemos hablado de la valoración del riesgo anestésico dependiente del paciente que como ATVs y veterinarias debemos conocer. Pero estos riesgos y sus posibles complicaciones van más allá, y existen factores que no dependen del paciente que también debemos conocer (e intentar evitar).

Factores de riesgo dependientes del equipo humano

Al hablar de equipo humano, hablamos de todo el equipo veterinario. Aunque cada vez ocurre menos, todavía en muchos centros son los propios cirujanos quienes se encargan de la anestesia.

Hay estudios que demuestran que cuando hay una persona en quirófano encargada de la anestesia (veterinario anestesista, ATV especializada), disminuye el riesgo de morbilidad y mortalidad asociada a esta.

Dependientes del equipamiento

De la misma forma que se necesita un equipo humano especializado durante el procedimiento anestésico, también se necesita un equipo específico. 

En todos los quirófanos debería haber máquinas de anestesia adecuadas, equipos de monitorización y de ventilación mínimos. Es muy importante también que todo el personal sepa entender y manejar de forma precisa este equipamiento, siendo necesarias las formaciones y los entrenamientos para reducir los riesgos anestésicos relacionados con este factor.

Dependientes de la duración del procedimiento

Los procedimientos de más duración tienen mayores probabilidades de riesgos anestésicos. Por eso, es imprescindible reducir los tiempos al mínimo posible para la realización del procedimiento.

El tiempo de duración de una anestesia general empieza a contar desde la inducción, y concluye cuando el paciente se ha recuperado de la anestesia. Teniendo esto presente, también nos damos cuenta que un equipo preparado y entrenado podrá realizar todos los pasos del procedimiento de forma más rápida.

Dependientes del posicionamiento del paciente

Un factor muy importante a la hora de colocar un paciente para una cirugía con anestesia es que esté asegurada una buena ventilación e intercambio de gases. Pero, dependiendo de la cirugía, el posicionamiento del paciente puede ser en decúbito lateral, decúbito dorsal, etc, y esto puede comprometer la ventilación.

Además, en algunas cirugías, hay que cambiar al paciente de postura durante esta. Esto puede provocar cambios en el plano anestésico, ya sea a planos más superficiales o más profundos.

Así que valorando lo anteriormente comentado, al realizar cualquier cambio de postura al paciente debemos hacerlo con sumo cuidado estando pendientes los cambios de planos anestésicos que pueden suceder.

Dependientes de la manipulación de los tejidos

Cuando tenemos un paciente anestesiado sobre la mesa quirúrgica, la manipulación de los tejidos que se están operando hay que hacerla con muchísimo cuidado. Esto es indispensable independientemente del tipo de cirugía.

Si la manipulación de los tejidos se hace de manera brusca, existe el riesgo de respuesta vagal, es decir, disminución del ritmo cardíaco y de la tensión arterial, con sus consecuentes complicaciones.

¿Cómo lo evitamos? Con un equipo veterinario bien formado y entrenado.

Dependientes del tipo de cirugía y de la zona

Aunque todo el equipo veterinario esté bien formado y entrenado, dependiendo del tipo de cirugía hay ciertos factores que pueden conllevar a una inestabilidad anestésica. Entre los tipos de cirugías que pueden comprometer la anestesia, vamos a mencionar algunos ejemplos:

  • Las cirugías intraabdominales tienen un riesgo anestésico elevado, ya que durante la manipulación pueden quedar afectados diferentes órganos.
  • En las cirugías torácicas hay que estar alerta y bien preparada para manejar las ventilaciones mecánicas a tórax abierto.
  • En cirugías oncológicas, al extirpar grandes masas y neoplasias, los órganos internos pueden moverse comprometiendo el plano anestésico

Entonces, ¿qué tenemos en cuenta a la hora de valorar el riesgo anestésico?

Todos los factores que hemos visto hasta ahora nos hablan de cómo valorar el riesgo anestésico en nuestros pacientes. Pero es importante que no se valoren los factores de forma independiente, sino que se analicen todos en su conjunto, interrelacionándolos entre sí. 

Una buena valoración de riesgo anestésico nos permite informar a los clientes de forma completamente real y transparente sobre el procedimiento del que estamos hablando. Y por supuesto, nos ayuda a implementar mecanismos preventivos y estar preparados ante cualquier eventualidad que pudiera ocurrir.

Todo ello, junto con las buenas prácticas sobre cómo minimizar la aparición de complicaciones anestésicas, nos ayudará a ser ATVs con formación y capacidad a asistir en anestesia durante las cirugías. ¿Te apetece?

Desiré Huerga

Desiré es licenciada en física por la Universidad del País Vasco y ATV. Uniendo estas dos pasiones, ha realizado varios cursos de especialización sobre diagnóstico por imagen, haciendo internados en hospitales. Además, se enamoró del quirófano desde el primer día que entró en uno. Le encanta la divulgación, y piensa que la formación continúa y la información veraz es imprescindible para esta profesión.

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