Diagnóstico y tratamiento de la hematuria en perros y gatos: Abordaje integral para veterinarios

Diagnóstico y tratamiento de la hematuria en perros y gatos: Abordaje integral para veterinarios

La hematuria, definida como la presencia de glóbulos rojos en la orina, es un hallazgo clínico que puede indicar una amplia gama de condiciones médicas en perros y gatos. 

En este artículo, profundizaremos en el diagnóstico y tratamiento de la hematuria, brindando un enfoque integral para los veterinarios en la identificación y manejo de esta afección en sus pacientes.

¿Qué es la hematuria?

La hematuria se caracteriza por la presencia de eritrocitos en la orina, lo que puede manifestarse macroscópicamente o microscópicamente. 

Es crucial distinguir entre la hematuria verdadera, que implica la presencia de glóbulos rojos en la orina, y la pseudohematuria, donde la orina adquiere un color rojizo debido a la presencia de pigmentos u otros compuestos.

Causas de la hematuria

Las causas de la hematuria en perros y gatos pueden ser diversas y abarcar una variedad de sistemas corporales. Entre las causas más comunes se encuentran:

Enfermedades del tracto urinario

  • Infecciones del tracto urinario (ITU)
  • Urolitiasis 
  • Neoplasias del tracto urinario
  • Traumatismo del tracto urinario

Trastornos sistémicos

  • Enfermedad renal
  • Coagulopatías
  • Trauma
  • Neoplasias extrarrenales

Signos clínicos

Los signos clínicos asociados con la hematuria pueden variar según la causa subyacente y la gravedad de la afección. Además de la presencia de sangre en la orina, los pacientes pueden presentar síntomas adicionales como:

  • Disuria 
  • Polaquiuria 
  • Estranguria 
  • Letargo
  • Anorexia

Diagnóstico de la hematuria

El diagnóstico de la hematuria requiere una evaluación exhaustiva que incluya:

Análisis de orina

  • Examen microscópico: identifica y cuantifica los glóbulos rojos en la orina.
  • Pruebas complementarias: se pueden realizar pruebas adicionales como análisis de sedimentación urinaria o tinciones específicas para identificar células inflamatorias o cristales.

Pruebas de imagen

  • Ecografía abdominal: evalúa la morfología del tracto urinario y detectar posibles anomalías estructurales.
  • Radiografías: útiles para identificar la presencia de cálculos urinarios u otras masas.

Pruebas de laboratorio adicionales

  • Perfil bioquímico: evalúa la función renal y hepática.
  • Hemograma completo: identifica anormalidades en la concentración de glóbulos rojos y blancos.
  • Coagulación: descarta trastornos hemorrágicos.

Tratamiento de la hematuria en perros y gatos

El tratamiento de la hematuria se enfoca en abordar la causa subyacente y aliviar los síntomas del paciente. Las estrategias de tratamiento pueden incluir:

Tratamiento médico

  • Antibióticos: para el tratamiento de infecciones del tracto urinario.
  • Antiinflamatorios no esteroides (AINEs): para aliviar el dolor y la inflamación asociados.
  • Diuréticos: para promover la diuresis y diluir la orina.

Manejo dietético

  • Dietas específicas: diseñadas para disolver cálculos urinarios o manejar enfermedades como la cistitis idiopática felina.

Procedimientos intervencionistas

  • Cirugía: puede ser necesaria para la extracción de cálculos urinarios o la resección de tumores vesicales.
  • Cateterización uretral: para restablecer el flujo de orina en casos de obstrucción uretral.

Medicamentos comunes y dosificación

A continuación, se presentan algunos medicamentos comunes utilizados en el tratamiento de la hematuria en perros y gatos, junto con sus dosis y vías de administración:

MedicamentoDosis para PerrosDosis para GatosVía de Administración
AntibióticosAmoxicilina/clavulanato: 12.5-25 mg/kg cada 12 horasAmoxicilina/clavulanato: 12.5-25 mg/kg cada 12 horasOral
AntiinflamatoriosMeloxicam: 0.1 mg/kg cada 24 horasMeloxicam: 0.1 mg/kg cada 24 horasOral
DiuréticosFurosemida: 2-4 mg/kg cada 12 horasFurosemida: 2-4 mg/kg cada 12 horasOral o Intravenosa

Conclusiones

La hematuria en perros y gatos puede ser un hallazgo clínico preocupante que requiere una evaluación y manejo adecuados. Con un enfoque integral que incluya el diagnóstico preciso, el tratamiento específico dirigido a la causa subyacente y el seguimiento cuidadoso, es posible mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes afectados.

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Referencias

  • Osborne, C. A., & Finco, D. R. (2010). Canine and Feline Nephrology and Urology. Mosby.
  • Ettinger, S. J., & Feldman, E. C. (2010). Textbook of Veterinary Internal Medicine. Elsevier Health Sciences.
  • Bartges, J., & Polzin, D. J. (2015). Nephrology and Urology of Small Animals. John Wiley & Sons.

Desiré Huerga

Desiré es licenciada en física por la Universidad del País Vasco y ATV. Uniendo estas dos pasiones, ha realizado varios cursos de especialización sobre diagnóstico por imagen, haciendo internados en hospitales. Además, se enamoró del quirófano desde el primer día que entró en uno. Le encanta la divulgación, y piensa que la formación continúa y la información veraz es imprescindible para esta profesión.

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