La medicina interna es una especialidad de veterinaria. Si te has graduado, te gusta la clínica, y estás pensando en ir un paso más allá estudiando un postgrado, la medicina interna puede ser para ti.
¿Pero qué es exactamente la medicina interna veterinaria? ¿Cómo se orienta un postgrado de esta especialidad? ¿Qué tipo de casos se ven? ¿En qué consiste el trabajo diario de un internista? Si tienes estas preguntas rondando por tu cabeza, ¡en este artículo te damos las respuestas!
¿Qué es un posgrado de medicina interna veterinaria?
Seguro que has trabajado, hecho prácticas, estancias o internados en algún centro como veterinario generalista. ¿Te gusta esa experiencia clínica? Tratar a un paciente desde cero, diagnosticando, haciendo seguimiento de su patología, etc. Si es que sí, ¡la medicina interna es una gran alternativa!
Pero ojo, un veterinario generalista no es lo mismo que un internista (aunque en ocasiones se confundan). Como ya hemos comentado, la medicina interna es una especialidad dentro de la veterinaria, mientras que un generalista es un veterinario graduado que trabaja en atención primaria.
Por lo que las patologías que un generalista trata son aquellas que no requieren ser derivadas a un especialista concreto.
Así que teniendo esto en cuenta, ¡vamos a desglosar sus funciones un poco más!
¿Qué tipo de casos se ven en medicina interna veterinaria?
La medicina interna se dedica al tratamiento de las patologías de los órganos internos de los animales. Por ello, dentro de los postgrados (y en la práctica diaria), se estudian y se ven casos relacionados con todos los sistemas orgánicos (y demás enfermedades que pueden suceder).
Entre los sistemas orgánicos nos encontramos el sistema respiratorio, reproductivo, renal y urinario, cardiopulmonar, gastrointestinal, hígado y páncreas, o sistema endocrino.
Pero también es muy importante estudiar y entender la hematología, la oncología, enfermedades infecciosas y también la nutrición.
Con toda esta base, un médico internista puede tratar casos complejos. Por ejemplo, un perro que tiene una cardiopatía desde hace tiempo, también cursa con diabetes (resto de analíticas dentro de los valores normales) y últimamente con apatía de origen desconocido.
Este paciente ha podido llegar al servicio de medicina interna por diferentes vías. Por un lado, derivado desde un veterinario generalista, que viendo el cuadro que presenta el paciente, lo envía a medicina interna.
Por otro lado, ha podido llegar por parte del cardiólogo que le estaba tratando su cardiopatía, en vista de la diabetes; o del endocrino con el trata la diabetes, para tratarla en conjunto con la cardiopatía.
La cooperación entre los generalista, los internistas y los demás especialistas es vital para obtener una visión integral de lo que le está sucediendo al paciente.
Funciones como veterinario internista
Un veterinario internista trata al paciente de forma integral. No trata solamente con signos clínicos o enfermedades, sino como la unión de todo ello. ¿Pero esto cómo se traduce en el día a día?
Para empezar, es necesario tener una anamnesis de calidad. Es importante tener el historial clínico (o por lo menos recopilar todo lo que se pueda). Con las pruebas diagnósticas que ya se disponen (recuerda que el internista no es el veterinario de atención primaria), se evalúan y se decide si son necesarias más.
Poco a poco se van evaluando los resultados teniendo en mente posibles diagnósticos diferenciales. Se suele colaborar con otros especialistas, ya que un trabajo en equipo siempre es primordial, tanto para los pacientes, como para el crecimiento profesional.
Se empiezan a instaurar posibles tratamientos, se llega a un diagnóstico definitivo y se examina minuciosamente la evolución del paciente.
Esto, aunque esté escrito en pocas líneas y parezca sencillo, es un trabajo muy complejo que requiere de mucho conocimiento, y de muchos días.
¿Qué beneficios aporta esta especialidad?
Sin duda ninguna, si te gusta la clínica, esta especialidad te ayudará a entender más cómo funcionan las enfermedades de los sistemas orgánicos, y cómo interactúan entre sí como un conjunto.
También tendrás más claridad en saber qué pruebas son necesarias dependiendo de los signos clínicos, y en visualizar diferentes diagnósticos diferenciales. Igualmente, te será más fácil saber qué tratamiento son más eficaces dependiendo de los diferentes. Aunque no nos olvidemos que en veterinaria siempre hay que individualizar.
Por todo esto, como beneficio personal y profesional, la especialidad en medicina interna te aportará seguridad y soltura en la práctica diaria.
No podemos olvidar, también, que gracias a los conocimientos que adquieras y practiques, ayudará a muchísimos animales y a sus familias humanas.
Conclusiones
Cómo sabrás, en Cuas ¡hemos creado el Postgrado de Medicina Interna! De la mano de los mejores ponentes y con metodologías innovadoras, como el aprendizaje basado en equipos (TBL) y el aprendizaje basado en problemas (ABP), que harán más fácil la integración de los conceptos y su aplicación a la vida real.
Además, hemos pensado en todo, y hemos introducido otras metodologías como los microlearnings y la gamificaciones, que hacen que la teoría esté concentrada en clases que no superan los 15 minutos, y que tengas que superar retos y conseguir objetivos para pasar al siguiente tema, ¡¡manteniendo bien alta tu motivación!!
Si te ha picado la curiosidad y quieres saber más este postgrado que hemos creado con los mejores profesionales y manteniendo todo el mínimo cuidado para ti y asegurarnos que aprendas, ¡echa un vistazo al Postgrado de medicina interna!
